Grano de Arena on 4 Apr 2001 09:38:11 -0000


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 82 - ¡NO AL ALCA!


EL GRANO DE ARENA
Correo de información ATTAC n°82
Miercoles, 04/04/2001
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Gracias por hacer circular y difundir esta información.

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Este correo informativo ha sido elaborado por el equipo de
colaboradores espontáneos de "El Grano de Arena".
informativo@attac.org

RTF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo82.zip
PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo82.pdf
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En este número. Breves

1. ¡Vivan las finanzas! Varios grupos ATTAC van a destacar a su manera
el final  de los Masters de la Economía, juego financiero organizado
por el Banco CIC en los colegios y liceos franceses. Pero la Bolsa de
Londres contrataca y acaba de sacar a relucir su arma secreta cuyo
nombre codificado es TIA. A pesar de que no se lleva bien con las
tablas de multiplicar se precipita con todo sobre el vellocino de oro
de la especulación.

2. El efecto TIA: un nuevo ciclón viene del Reino Unido y con el
tremenda sorpresa.

3. Noticias de Rusia: como lo hacemos mensualmente algunas noticias de
aquel país.

4. El principio de la demanda implícita. Las relaciones entre lo
público y lo privado, ¿no comercializable, no rentable, dispendioso?
Lean esto para salir del envoltorio del pensamiento único.

5. Diez razones para decirle NO al ALCA: El Comité Argentino contra al
ALCA ha preparado un decálogo que todos deberían conocer.

6. Castigando a los pobres:El muro de Berlin ha caido, la política
solía mantener a la gente dentro, ahora la economía la mantiene fuera.

7. Grandes negocios a su servicio: Este mes se ha comenzado a negociar
la extensión del GATS. Si los poderosos grupos de presión industriales
se salen con la suya, el GATS podría socavar la capacidad de los
gobiernos para actuar en interés de los pobres, trabajadores,
consumidores y grupos vulnerables de la sociedad.



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1.- ¡ Vivan las finanzas!
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Cuando la educación pública en Francia acepta que se enseñe en los
colegios el "Masters en Economía" introducido por el Banco CIC, en el
que todos los alumnos pueden convertirse en "traders"  y los que ganen
conocer Wall Street o la City de Londres, nos prueba que 2+2 son 4 y
que eso es suficiente para jugar en la bolsa.

Lección nº 1: La Bolsa no tiene ningún valor pedagógico intrínseco, se
trata de un juego de azar. Lo demás es ideología.

Luego de una experiencia de una semana " la semana científica", la
señorita Tia Laverne Roberts ganó a un analista financiero y a un
"experto" en transacciones financieras. Organizado por el Barclays
Stockbrokers  esta experiencia imaginada por un sicólogo de la
Universidad de Hertfordshire, el señor Richard Wiseman (no es un
apellido en broma) permite a tres participantes disponer de una
cartera ficticia de 5.000 Libras e invertirlas durante una semana.

La señorita Roberts ganadora exclamó ante los
periodistas:"Má" habría que agregar que solo tiene 4 años.

Lección 2ª: aconsejamos al CIC organizar su próximo juego "pedagógico"
en el Jardín de Infantes.

El analista financiero, cuyo nombre no ha trascendido, recordó que él
había pronosticado que la niña sería la ganadora. El "experto" en
transacciones financieras, astrólogo según su tarjeta de presentación,
se sintió perturbado por las negativas vibraciones del Footsie (índice
bursátil)lo que según él explica sus malos resultados.

Lección 3ª: no es un astrólogo el que pronostica la victoria de la
pequeña, sino un inversor!!!

El índice Footsie 100 cayó a lo largo de toda la semana. La pequeña de
4 años invirtió y perdió un 4,5%. El astrólogo consultó el tarot y la
bola de cristal y perdió un 10%. El analista analiza y financiariza el
caos, con su matemática a la "salsa broker" y pierde un 7%.

Y todos los profesionales abatidos en sus dogmas  no pierden la
ocasión de argumentar que las  inversiones bursátiles deben juzgarse
durante por lo menos un año. Pero la señorita Roberts desde su
experiencia en  el arenero les ha gritado " nada de juego!" Es que son
malos jugadores todos estos banqueros. Tendrás que acostumbrarte a
estos muchachos mi querida Tia.

Tenemos un deber para la semana próxima: lo natural ¿es una ideología
o una realidad? (invitamos a todos los profesores de filosofía a
organizar un gran juego para todos los dirigentes del CIC " Los
Maestros de Sofía" con el premio de un viaje a Atenas).

Laurent Jésover, redactor journal@attac.org

Para el final del juego en Francia se están organizando actos de
protesta frente a los rectorados y las inspecciones académicas y se
prevé solicitar una entrevista a algún rector o inspector para
preguntarles sobre un informe que se les había encomendado a dos
inspectores generales de economía en nombre de  un "código de buena
conducta aplicable a los contratos entre establecimientos escolares y
empresas privadas" y que no se ha conocido. Por otra parte sería
oportuno recordarles que "no serán aprobados los pedidos del sector
privado cuyos objetivos sean de carácter publicitario o comercial"
(Boletín Oficial de setiembre del 99)


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2. El efecto Tía
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Después de haberse dado cuenta de la irracionalidad de los mercados,
que hemos bautizado como "efecto Tía" ¿Han sufrido las "autoridades" y
otros encumbrados directivos, un golpe de realidad?

Sería creíble leyendo un artículo del Financial Times fechado el 26 de
marzo último. Descubrimos en la página 6  un pequeño suelto que lleva
el título: Argentina se dispone a reencauzar su economía (Argentina
acts  to boost economy). En el segundo párrafo se lee: "Entre las
medidas que se pondrán en marcha esta semana se prevé instalar un
impuesto a las transacciones financieras que producirá 6.000 millones
de dólares" (trad. Inglés-francés-español)

También se pondrán en marcha otras medidas tales como la suba de las
tarifas aduaneras tendiente a limitar la  importación y  proteger la
producción local. Apostamos a que esto no le gustará a la OMC y que el
Area de Libre Comercio de las Américas  las va a avalar tanto en
Buenos Aires como en Québec

La dolarización del peso argentino no habría servido de nada y ni
tampoco para evitar la recesión y el pánico de nuestros queridos
inversores. Para protegerse del efecto Tía, la Tasa Tobin. Sepámoslo.

(N. de E.) El impuesto a los débitos y créditos en cuenta corriente
regirá desde el 1 de abril de 2001 y es parte de la Ley de
Competitividad, que incluye la bancarización obligatoria de parte
importante de la población al disponer que las deudas a partir de un
mínimo de $1000 deberán cancelarse con cheques. Dicha Ley incorpora el
otorgamiento de facultades especiales al poder ejecutivo. Es decir, al
nuevo ministro de economía, Domingo Cavallo, quién fuera miembro del
gabinete del Dr. Menem entre 1989 y 1996 y además Presidente del Banco
Central de la República Argentina en el gobierno de la Dictadura
Militar en 1982.

La recaudación del impuesto, estimada en 2.500 millones de pesos (o
dólares) se destinará a la constitución de un fondo de garantía cuyo
objeto es resolver las necesidades financieras del gobierno. Se
entiende que servirá para garantizar los pagos de la deuda externa
pública de la Argentina, que asciende a 140.000 millones de dólares.
Los pagos podrán descontarse de los impuestos a las ganancias y al
valor agregado. Situación que parece favorable para las grandes
empresas y que castigaría a las pequeñas por ausencia de ganancias o
simplemente por estar ahora fuera del control bancario y fiscal.

El impuesto es considerado un mecanismo de recaudación para el fisco
que garantiza además  los pagos de la deuda. Significa también un buen
negocio para la banca, desde 1995 mayoritariamente extranjera, momento
en que luego de la crisis mexicana ingresaron fuertes bancos
extranjeros a dominar la plaza financiera y el mercado de capitales a
través de los fondos de pensión. Los perjudicados, en primera
instancia resultaron ser los sectores de los pequeños y medianos
empresarios

Alguien, arbitrariamente intentó vincular este impuesto con la Tasa
Tobin de la que se diferencia por varias razones. En `primer lugar por
el destino de los fondos  y además porque el impuesto del gobierno
argentino se recauda sobre débitos y créditos de  cuentas corrientes y
la tasa Tobin se aplica fundamentalmente a los movimientos de divisas.


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3. Noticias de Rusia
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Gracias a su enviado especial  en Rusia Carine Clément, el Mensajero
Sndical publica a partir de este número una serie de entrevistas a
militantes sindicales comprometidos con luchas concretas en diferentes
ciudades y empresas. En su número 8 Igor Kouznevtsov militante de la
Confederación Siberiana de Trabajadores (SKT) y co-presidente de
Zachtchita Truda, de 38 años de edad y que forma parte de la nueva
generación de militantes que inició sus combates sindicales a
comienzos de los 90, es el responsable de la Confederación Siberiana
de Trabajadores. Gran parte de su vida la ha dedicado a recorrer Rusia
tratando de entretejer vínculos con todos los que resisten y tratan de
organizar una concreta solidaridad.

Entrevista con Igor Kuznevtzov (Síntesis)

MS.: ¿Qué es la Confederación Siberiana de Trabajadores?

I.K: Fue fundada por anarco-sindicalistas de Siberia. Podría haber
sido creada con anterioridad pero en Rusia siempre estamos mirando a
Moscú y como la Federación anarquista de Moscú solo se dedicaba a
criticar a Sotsprof, una de las primeras agrupaciones de los nuevos
sindicatos, nuestros compañeros de la federación desconfiaban de los
sindicatos. Pero conseguí disuadirlos  y en primer lugar a Vassili
Starostine uno de los primeros líderes de la Confederación anarquista
de Omsk. Empezamos a organizar en 1995 un sindicato exclusivamente
obrero, en el sector químico de la ciudad de Seversk, en la región de
Omsk. Un poco más tarde fundé el sindicato de los "trabajadores
intelectuales". Más tarde conocí a A. Vorobiov en Anjero-Sudiensk y
entré en el verdadero sindicalismo, vivo y combativo. Muchas veces
hablo con Starostine y le digo: mientras ustedes hacen teoría sindical
nosotros nos dedicamos a la acción. En Anjero-Sudiensk la situación
económica es catastrófica, las mismas y las empresas están cerrando
una después de otra.. Creo que esta es una de las razones por las que
la población está dispuesta a rebelarse. Son gente formidable, sobre
todo las mujeres. No tienen miedo de nada están dispuestas a acostarse
sobre los rieles a la menor insinuación. Es allí donde se inició la
guerra de los rieles en 1998, fuimos los primeros en bloquear las vías
y los últimos en levantar el bloqueo. Son personas extremadamente
combativas a las que a veces es necesario frenar. No tienen miedo a
nada. La barrera sicológica del miedo ha desaparecido.

M.S.: ¿Cuáles son las principales actividades de la Federación?

I.K.: Comenzamos haciendo lo que hacen todos los sindicatos libres -el
Sindicato Independiente de los Mineros, la Confederación Panrusa del
Trabajo, la Federación Sotsprof - defender a la gente que ha sido
despedida de manera ilegal, iniciar acciones ante la justicia, etc.
Después comenzamos a organizar huelgas y a inventar/imaginar otras
formas de acción. Encaramos también acciones contra los órganos del
Estado encargados de administrar las minas y la reconversión para que
los fondos prometidos por la reconversión o a las indemnizaciones
lleguen a sus destinatarios. Enviamos delegaciones a Moscú, amenazamos
con piquetes, reuniones, bloqueos de vías férreas. ¡Y todo esto es muy
eficaz! Tuleev (el gobernador de la región de Kuzbass) tiene miedo de
estas acciones porque atentan contra su prestigio y su autoridad. Pero
es una lucha difícil de llevar adelante: debido a débiles promesas y a
la llegada de varias comisiones de control, el dinero pocas veces
llega a destino. Uno de los problemas con que tropezamos es que la
gente tarda en adherir a la Confederación, cuando ya casi no hay
posibilidades de salvar a la empresa. Cuando una empresa quiebra, por
ejemplo la fábrica Grupovaïa Obogatitelnaïa - en la que los
trabajadores han sido despedidos, tratamos de mantener vínculos con
los despedidos y organizarlos. Cuando se privatizó la empresa los
trabajadores recibieron individual o colectivamente una parte
(minoritaria) de las acciones. Entonces organizamos la lucha sobre esa
base, en nombre de los "trabajadores-propietarios" de la empresa,
pedimos cuentas sobre a su conducción sobre la malversación a que se
ha dedicado incluso ante los tribunales.

¿Cuáles son nuestras otras iniciativas? Durante cierto tiempo me ocupé
de organizar la SDF con el objeto de darle un carácter digno, hay que
ver de qué modo son tratados por las autoridades: como si fueran menos
que nada, como si no tuvieran ningún derecho, hasta cuando son
agredidos. Organizamos también, a los pensionados, que también son muy
activos, en oportunidad de mitines y manifestaciones. Anjero-Sudjensk
es mi ciudad preferida en el planeta. Hace poco tiempo sus habitantes
tomaron la iniciativa de hacer circular un pedido para conseguir la
anulación de los aumentos en los impuestos comunales sobre las
viviendas (alquiler, gas, luz). Estos aumentos fueron decididos para
toda Rusia. Pues bien Anjero-sudjensk es la única ciudad que obtuvo la
inmediata anulación de dichos aumentos. El poder debió retroceder.
También existe un movimiento policial, se está organizando  un
sindicato de policías  sobre bases bastante correctas, con total
independencia de la jerarquía.

M.S.: ¿Qué esperarías de los sindicatos del Oeste?

I.K.: Tengo una propuesta concreta: desarrollar la solidaridad. Aquí
como en los demás países luchamos por las mismas cosas. Pertenecemos a
una misma familia. Estaría bien que en caso de ataques contra nuestros
militantes, en caso de procesos, de arrestos, de presiones políticas,
manden telegramas o faxes de apoyo. Son útiles! Cuando se hace barullo
alrededor de una persona amenazada suelen desistir o por lo menos no
osan llevar a término las amenazas. Para que puedan realizar se estas
acciones yo me comprometo a enviarles las informaciones precisas sobre
los militantes procesados y sobre las acusaciones de que son objeto.
Recorro justamente todo el país para encontrarlos personalmente y
darme cuenta de quién es quién. Este tipo de apoyo sería muy útil y
nos daría mucho valor..Hay otro punto sobre el que la solidaridad de
los sindicatos occidentales es indispensable, es el de la lucha contra
el proyecto de Código de Trabajo que quiere imponernos el gobierno y
que pone en tela de juicio todos los derechos de los trabajadores. No
se trata de pedirles a los sindicatos occidentales que defiendan este
o aquel proyecto alternativo ( los sindicatos rusos están divididos y
defienden proyectos diferentes). Pero  sí es necesario organizar una
amplia campaña contra el proyecto gubernamental.

Para leer integramente el nº 8:
http://attac.org/fra/inte/doc/russie8.htm
Este material ha sido redactado por los miembros del Grupo
Internacional que se ocupa de los países de Europa del Este y Central
Pueden contactarlo en: groupe-est@aattac.org


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4. El principio de la demanda implícita
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Desde hace veinte años se   ha impuesto progresivamente la idea de que
el Estado y las colectividades públicas involucradas en la economía
han alcanzado un nivel demasiado alto en lo que a retenciones
obligatorias se refiere al punto de haber llegado a un umbral
insoportable. Insoportable para los individuos y las empresas. E
insoportable para el conjunto de la economía que sería castigada por
ese desvío de recursos hacia el sector público que hubieran sido mejor
utilizados por los agentes privados si hubieran podido disponer su
destino. Estas dos consideraciones han sido ampliamente difundidas por
el atajo de, por un ladoel adagio transformado en ley económica:
"demasiados impuestos matan los impuestos"  que no es otra cosa que la
traducción popular o "populista" de una  curva  conocida como de Lafer
y por otra parte por el despojo hecho por la inversión pública sobre
la privada.

En este contexto ideológico, la decisión de varios gobiernos europeos
de reducir los impuestos están siendo esperados por todos los lobbies
anti-impuestos: una reducción de 291 mil millones de francos en
Alemania entre 198 y el 2005 y de 200 mil millones en Francia entre el
2000 y el 2003, justificada fundamentalmente con el argumento de que
las actividades encaradas por el sector público son dispendiosas, de
bajo nivel y causa del marasmo económico.

Para defender estas bien fundadas imposiciones, se puede decir que los
servicios públicos y la protección social son la contrapartida
positiva de los impuestos y de las cargas sociales. Se puede insistir
también sobre su aspecto redistributivo que aunque modesto no deja de
ser real. Se puede señalar también que es imposible determinar de
antemano si los contribuyentes trabajarán más   para compensar una
eventual suba de los impuestos o menos para disminuir las cargas. Pero
esto no es suficiente es necesario argumentar contra el pensamiento
liberal  a nivel teórico, es decir oponiéndole una refutación lógica.
Solo con esta condición será posible reencontrar la legitimidad de la
intervención pública. He aquí una propuesta en tal sentido.

Parte del concepto keynesiano de anticipación y sugiere que su campo
de aplicación puede hacerse extensivo a todas las actividades. Existen
dos categorías de agentes productores en nuestro sistema económico:
las empresas privadas y la comunidad pública. Como lo explicara
Keynes, los primeros deciden producir cuando prevén salida - demanda
efectiva - de las mercaderías que responden a necesidades que pueden
solventarlas. En tal caso realizan inversiones y ponen salarios en
circulación.En tal caso el mercado convalida esta anticipación, la
falta de ventas las condenaría. Mientras que las administraciones
públicas, anticipándose a la existencia de necesidades colectivas,
realizan inversiones públicas y las cobran también. En el segundo
caso, la convalidación se realiza ex ante a través de decisiones
colectivas y se confunde con la anticipación. En ambos casos la
inyección monetaria en forma de salarios y de inversiones públicas y
privadas pone en marcha la máquina económica y genera la producción de
bienes privados comercializables o de bienes públicos no
comercializables. Del mismo modo que los salarios pagados van
inmediatamente a la compra de bienes comerciales, el pago de los
impuestos, luego de que se han provisto los servicios colectivos,
reflejan el acuerdo de la población en cuanto a disponer de un seguro
acceso a la educación, la salud, la seguridad y la justicia. Por lo
tanto la anticipación de los servicios públicos y su producción por
parte de las administraciones públicas preceden lógicamente a su
 "pago" colectivo por parte de los usuarios.

Se podría objetar que los impuestos del año N sirven para pagar el
gasto público del año N+1 y así sucesivamente. Pero este argumento
desplaza la discusión desde el planteamiento lógico al planteamiento
histórico y la búsqueda de una cronología desemboca en un impasse del
tipo del huevo y la gallina. Es necesario por lo tanto aportar una
respuesta lógica a un problema de carácter lógico: la economía
capitalista al ser una economía monetaria ¿podría cobrar los impuestos
sobre algo todavía no ejecutado y aún peor que es lo que  podría
resultar de esos pagos? Ya que esto es lógicamente imposible, la
producción no comercializable y los ingresos monetarios
correpondientes deben preceder al cobro impositivo.

Contariamente a la opinión dominante, los servicios públicos no son
provistos a partir de un impuesto sobre algo preexistente. Su valor
monetario, no mercantil, no es una sangría que se desvía de su
objetivo: se produce. De manera que decir que la inversión pública
suplanta a la inversión privada carece de sentido y podría equipararse
a decir que las inversiones de Renault suplantan a las de Peugeot o
Aventis. Demos en el clavo: decir que  los funcionarios del sector
público están pagados gracias a una quita de los ingresos de la
actividad privada tiene tanta validez como si se dijera que los
salarios del sector privado son pagados gracias a la quita que se les
hace a los consumidores, porque sería ignorar que la economía
capitalista es un circuito  cuyos pilares son   la decisión privada de
invertir para producir bienes y servicios comercializables y la
decisión pública de invertir en bienes no comercializables.

En otros términos los pagos impositivos obligatorios son suplementos
obligatorios socialmente aprobados y su pago permite su periódica
renovación. Pero la perennidad de la producción de servicios
colectivos choca con una contradicción que solo puede superar el
debate democrático: el requerimiento de servicios colectivos por parte
de la sociedad es solo implícita puesto que existe una distancia entre
el consentimiento colectivo a su presencia y las reticencias
individuales al pago de los impuestos alimentadas por las profundas
desigualdades existentes ante estos y la creencia  mantenida por la
ideología liberal de que el pago de impuestos es contraproductivo y
expoliador. Según este concepto solo la producción destinada a los
mercados sería legítima por engendrar valor.¿Pero de qué valor se
trata? Se trata de un valor que implica una ganancia de la que puedan
apropiarse determinadas personas o grupos privados. En cambio la
actividad pública ni produce valor mercantil ni ganancia, sino valores
de uso, es decir riqueza socialmente útil y que también beneficia a la
actividad privada bajo la forma de externalidades positivas cuyas
virtudes han sido recientemente descubiertas por los economistas
neo-clásicos. Pero si negamos la vieja distinción entre valor
comercial y valor de uso, es decir entre valor y riqueza, establecida
por Aristóteles y revalorizada por Smith, Ricardo y Marx, y asimilando
las dos nociones, los economistas neo-clásicos embaucan haciendo creer
que la satisfacción de los valores de uso solo puede provenir de la
perpetua ampliación de los valores comerciales, es decir de la
mercantilización del mundo y del retroceso de los servicios públicos.

Al volver explícita la demanda implícita de servicios colectivos y de
protección social, el estado encara un principio de acción cuya lógica
había sido explicitada por Keynes. Para asentar esta  teoría es
suficiente ampliar su concepto de anticipación a las decisiones del
gasto público, que son tomadas en nombre del principio de demanda
implícita anticipada.
Jean Marie Harribey. Profesor de Ciencias Economicas y Sociales de la
Universidad de BurdeosIV y Miembro del Consejo Científico de
ATTAC-Francia.
cs@attac.org
Texto publicado en Le Monde (20.03.01) bajo el título: "La legitimidad
económica del gasto público"


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5. Diez razones para decirle no al ALCA
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 1.El ALCA extenderá a todo el continente un tratado que ya ha probado
sus terribles consecuencias sociales

 El ALCA es esencialmente una expansión a todo el continente americano
del NAFTA (acuerdo de libre comercio suscripto por EEUU, Canadá y
México en 1994). Durante estos años de vigencia, el NAFTA ya ha
probado las consecuencias que trae para los trabajadores, la sociedad
y el medio ambiente. Citemos sólo algunos datos de esta situación.
Desde la vigencia del NAFTA, por ejemplo, un millón de mexicanas más
ganan menos que el salario mínimo y 8 millones de familias han sido
sumergidas en la pobreza.
Por otra parte, en la zona de las maquiladoras, a lo largo de la
frontera entre EEUU y México, el crecimiento de la contaminación y los
deshechos químicos, resultado de la supremacía de los intereses
comerciales sancionada en el NAFTA, han incrementado dramáticamente
las tasas de
hepatitis y los defectos de nacimiento.

 2.El acuerdo ha sido elaborado en secreto

Desoyendo los repetidos llamados a un debate abierto y democrático,
las negociaciones del ALCA, iniciadas en 1994, han sido conducidas en
el mayor de los secretos. Ni los pueblos de la región, ni el conjunto
diverso de organizaciones sindicales y sociales, ni los parlamentos
han podido participar en los debates ni conocer el detalle de la
marcha de los acuerdos. Por el contrario, con gran cinismo, los
negociadores afirman que han tomado nota de las recomendaciones del
Foro Empresarial de las Américas y que las mismas han sido aportes
valiosos al proceso del ALCA. Así los gobiernos se aprestan, en pocas
semanas, a firmar un tratado a espaldas de los pueblos y que amenaza
con profundizar radicalmente las terribles consecuencias que depararon
las políticas neoliberales vigentes.

 3. El acuerdo degradará aun mas los derechos laborales y las
condiciones de trabajo

La experiencia del NAFTA ha demostrado cómo los derechos laborales más
básicos y los intereses de las trabajadoras han sido erosionados por
estos acuerdos de libre comercio. El objetivo de asegurar la más
absoluta libertad al capital para moverse a nivel continental
significará, como lo señala nuestra experiencia más reciente, una
tendencia a la baja de los salarios y las condiciones laborales. La
terrible situación que sufren trabajadoras de las máquilas en México
(salarios por debajo del salario mínimo, jornadas laborales de más de
12 horas, ausencia de amparo legal, limitación de la acción gremial,
condiciones insalubres de trabajo, trabajo infantil) son un ejemplo
próximo de lo que nos augura el ALCA. Por otro lado los efectos de la
libre importación de mercancías amenazan con condenar al sector
industrial local a una completa desaparición, profundizando así los
altos índices de desempleo que ya castigan a nuestro país.

4. El acuerdo exacerbará la destrucción del medio ambiente

Tras la firma del ALCA cualquier regulación estatal destinada a
preservar el medio ambiente, así como la salud, deberá acreditar que
no constituye un obstáculo innecesario al comercio y la inversión
reservándose las empresas el derecho a querellar legalmente a los
estados. Para nuestro país significará profundizar una política de
depredación de los recursos naturales en desmedro del medio ambiente y
las poblaciones locales. Así sucede ya en el NAFTA donde, por ejemplo,
en el estado mexicano de Guerrero el 40% de los bosques se han perdido
por la explotación indiscriminada en estos últimos años, lo que además
ha provocado una erosión del suelo y la destrucción del hábitat
natural.

 5. El acuerdo pondrá en riesgo la vida y la salud de los pueblos

El ALCA expandirá las reglas del NAFTA sobre el monopolio de las
patentes (particularmente importantes en el sector farmacéutico) a
todo el continente así como legalizará los organismos genéticamente
modificados, con sus consecuencias sobre el precio de los medicamentos
y la salud de la población. Por otra parte el ALCA, como el NAFTA,
impedirá, bajo el pretexto de otorgar seguridad absoluta a las
inversiones, cualquier regulación estatal aún cuando ésta se apoye en
consideraciones de
bienestar general o de defensa de la salud pública o el medio
ambiente. En ese
sentido, por ejemplo, Canadá ya ha sido demandado y condenado por
prohibir un aditivo para naftas considerado cancerígeno y México
enfrenta demandas por causas similares.
6. El acuerdo convalidara y profundizara la privatizacion de los
servicios sociales

El proyecto del ALCA se extiende además a los servicios comprometiendo
a los estados a garantizar el derecho de las empresas a prestarlos,
con la única excepción de aquellos brindados por el estado en forma
absolutamente gratuita. Esto abre la posibilidad de la privatización
donde ella no
ha tenido aún lugar, entre otros sectores la educación y la salud; así
como excluye expresamente revertir las privatizaciones ya realizadas.
El principio general es transformar los servicios sociales en
mercancías, cuyo acceso quede regulado por la capacidad individual de
pago. Por otra parte permitiría a las empresas, como ya ha ocurrido en
Canadá y México, exigir
contar con las mismas exenciones y privilegios que los organismos
públicos que los prestan.

7. El acuerdo acelerara la quiebra de las medianas y pequeñas empresas
y la desindustrializacion del pais

La eliminación de las barreras arancelarias, la prohibición de
cualquier política estatal destinada a favorecer el uso de bienes
nacionales (compre nacional) o privilegiar de cualquier forma el
desarrollo local o
sectorial, la obligación de abrir las compras o contrataciones del
estado en todos sus niveles (nacional, provincial y municipal) que
superen un monto mínimo a todas las empresas del continente, entre
otras cuestiones, amenazan con condenar a la desaparición a las ya
golpeadas medianas y pequeñas empresas así como profundizar la
desindustrialización de la economía, proceso abierto en nuestro país
desde 1976.
Por otra parte, nuestro país ni siquiera podrá beneficiarse de sus
ventajas comparativas en el sector de la agricultura dado que los
subsidios a este sector (utilizados justamente por los EEUU para
sostener a sus productores agrícolas) son una de las pocas excepciones
planteadas en el tratado. En este sentido es interesante señalar que
un reciente estudio del impacto del ALCA sobre la industria
alimentaria de la argentina prevee una leve caída de las exportaciones
(4%) y un significativo incremento de las importaciones (entre 30 y
35%).

 8. El acuerdo limitara aun más los derechos democráticos de la
sociedad
Todo intento de regulación estatal, así esté fundado en criterios de
desarrollo económico local o nacional, progreso social, bienestar de
la población o protección del medio ambiente, puede ser cuestionado
con éxito por el capital como lo demuestra la experiencia del NAFTA.
Para nuestro país además dicho acuerdo tornará irreversibles las
políticas neoliberales implementadas en la última década. En ese
sentido las cláusulas del ALCA impondrán, desde hoy y hacia el futuro,
un verdadero corsé a la voluntad de la sociedad y al propio
funcionamiento de las instituciones
democráticas. Una prueba de su carácter antidemocrático es que el
acuerdo ha
sido negociado a espaldas de los pueblos, sin consulta a las
organizaciones sociales y sin debate parlamentario. Por eso
planteamos, junto a la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono
Sur, que dicho acuerdo no puede suscribirse sin antes convocar a la
sociedad a expresarse en un plebiscito.

 9. El acuerdo incrementara la pobreza y la desigualdad

La aplicación de políticas económicas de corte neoliberal en nuestro
país durante la última década ha significado un constante incremento
de la pobreza, la desigualdad social, la precarización laboral y el
desempleo. El ALCA convalidará y profundizará esta situación. En los
hechos el ALCA constituirá la creación de una zona económica, de
Alaska a Tierra del Fuego, en beneficio de las corporaciones
transnacionales norteamericanas y algunos socios locales. De esta
manera el acuerdo constituirá en el área económica un nuevo
instrumento, que, junto al Plan Colombia y al Plan América intenta
subordinar aun mas a los países y pueblos de la región a la hegemonía
de los EEUU.

10. Porque otra integracion es posible

Las organizaciones sindicales nacionales y regionales, los grupos
ecologistas y de derechos civiles, los movimientos campesinos,
indígenas y de mujeres del continente se han pronunciado contra el
ALCA. Desde hace varios años dichas organizaciones vienen realizando
foros y protestas contra este acuerdo. En la primera semana de abril,
cuando en Buenos
Aires nos movilicemos contra la Cumbre de Ministros de Economía, en el
espíritu de Seattle y del reciente Foro Social Mundial de Porto
Alegre, protestas y actividades similares tendrán lugar en casi todos
los países de la región.
Así juntos todos también acompañaremos las protestas que se realizarán
a fin de mes en Quebec. Porque, juntos todos, otra integración justa y
solidaria es posible.


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6. Castigando a los pobres
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Por Gary Younge.

Uno de los más perniciosos aspectos del antiguo bloque del Este, y
había muchos, eran las restricciones al derecho de las personas a
viajar. Comprensiblemente era también una de las armas favoritas de la
propaganda occidental: aquellos que se las arreglaban para eludir a
los tiradores en la frontera eran recibidos con los brazos abiertos.

Antes de que siquiera abriesen la boca, cada llegada era una prueba
viva de los males del comunismo. El hecho de que tuvieran que escapar
y no pudieran volver suponía una violación del derecho humano básico a
la libertad de movimientos.

La semana pasada, Gran Bretaña capitaneó una propuesta de la Unión
Europea para enviar funcionarios de inmigración a Bosnia y Croacia
para enseñarles como detener el tráfico de los "pobres sin
 importancia" del mundo.

"La ruta de los Balcanes es la fuente singular más importante de
inmigración ilegal en Europa occidental" declaró el Secretario del
Interior británico Jack Straw. "Si podemos cerrarla o limitarla
estamos en el camino de ganar la batalla". El muro de Berlín ha caído,
bienvenido a la Fortaleza Europa. La política solía mantener a la
gente dentro, ahora la economía la mantiene fuera.

Al mismo tiempo que occidente empuja a los antiguos países comunistas
a abrir sus mercados a la inversión extranjera, les enseña como cerrar
sus puertas a las gentes extranjeras. Lo que fue saludado un día como
un derecho humano se cuestiona ahora como una responsabilidad
económica. Los gobiernos occidentales están atrapados en un moralmente
enredado e ideológicamente insostenible paradigma: aplauden el libre
movimiento de capital, rechazan el libre movimiento del trabajo.

Regule empleo en Gran Bretaña y traslade su fábrica al otro lado del
mundo, donde la mano de obra es barata, los sindicatos débiles y los
regímenes políticos más brutales, y será aclamado como emprendedor.
Llegue a Dover en la caja de un camión con la intención de trabajar
largas horas por salario bajo y será tildado de "falsario" y
etiquetado de buscavidas.

Los dos están inextricablemente entrelazados. Hacia ello se encamina
el crecientemente desembarazado libre movimiento de capital,
encabezado por occidente, que ayuda a crear la pobreza que dispara la
migración económica desde el mundo en desarrollo. Programas de ajuste
estructural, impuestos a estos países por el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial a cambio de créditos que
normalmente conducen a recortes pendulares en los gastos en salud,
educación y bienestar social y privatización en masa. Los efectos
pueden ser devastadores. Tomemos Zambia: las reformas impuestas por el
FMI obligaron al gobierno, entre otras cosas, a cobrar por la
asistencia sanitaria y a privatizar las minas de cobre. El PIB cayo un
16 %, la tasa de mortalidad infantil (para menores de cinco años) se
duplicó y 60.000 trabajadores perdieron su empleo en dos años.

El padre de Norman Tebbit (ex presidente del Partido Conservador
británico, conocido por alardear de sus orígenes modestos y por sus
exabruptos xenófobos, N. del T) podía considerarse afortunado, sólo
tenía que montar en su bicicleta para buscar trabajo. Esta gente toma
aviones, trenes y barcos. Pero cuando llegan, la respuesta de las
naciones más ricas no es repensar las políticas que han creado esta
devastación sino construir murallas más altas, entrenar más guardias
fronterizos y rociar a los recién llegados de retórica racista.

Esto no quiere decir que Gran Bretaña haya dado la espalda a la
inmigración económica, ni mucho menos. Es una de las paradojas de los
años recientes que el vitriolo arrojado a sobre los peticionarios de
asilo ha crecido en cuantía equivalente a los inmigrantes económicos.
De acuerdo con la Secretaría de Interior, el número de titulares de
permisos de trabajos y personas dependientes de los mismos se ha
incrementado en más de un tercio desde que los laboristas llegaron al
poder. El mayor incremento llega de África lo que demuestra que Gran
Bretaña  es fuerte con los débiles y débil con los fuertes.

Por tanto, no es a los extranjeros como tales a los que Gran Bretaña
aborrece, es a los pobres. Peticionarios de asilo con historias de
violación, torturas y celdas de castigo pueden ponerse al final de la
cola. El Reino Unido busca profesionales con habilidades en
tecnologías de la información, cualificación para la enseñanza o
diploma de enfermería.

Cuando una nueva ronda de negociaciones comerciales comienza esta
semana en Ginebra, estas contradicciones adquieren un súbito relieve.
El Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (General Agreement
on Trade in Services, GATS) de la Organización Mundial de Comercio
(OMC) persigue liberalizarlo todo, desde la sanidad a la educación,
del agua al turismo.

"Sospecho que ni los gobiernos ni la industria han percibido todavía
el completo alcance  de estas garantías o el pleno valor de los
compromisos adquiridos" ha declarado el ex director general de la OMC,
Renato Ruggiero. Las organizaciones de activistas lo han tomado como
una ominosa alerta.  Creen que el GATS socavará la soberanía
democrática en todo el mundo,  reforzará a las multinacionales y las
naciones occidentales ricas y debilitará al mundo en desarrollo al
forzar a estos países a privatizar servicios esenciales,
prohibiéndoles después revocar estas decisiones.

La OMC insiste en que estas preocupaciones son inventadas o
exageradas. Dice que el GATS  no obliga a ningún país ni a privatizar
ni a abrir sus mercados y les permite revocar decisiones, negociar
renuncias de derecho y anular compromisos cuando salud y seguridad
estén en cuestión. Pero sus garantías ignoran deliberadamente una
regla de oro, para quienquiera que sea que el oro hace las reglas: el
acuerdo es para el comercio libre, no para el comercio justo.
Cualquier nación rica o multinacional con vista para un nuevo mercado
tiene acceso a abogados y lobbistas que los países pobres no pueden
permitirse y que encontraran las argucias legales necesarias para
conseguir lo que quieren.

Así es, más o menos, como funciona el "mercado libre" en este momento.
La postura de la OMC equivale a pedir a los países pobres que confíen
en ella como un intermediario honesto. Dados sus antecedentes, es un
poco como si el gran lobo malo le dijese a Caperucita Roja: "Siento lo
de tu abuelita, ¿Qué tal si quedamos para comer?"

En una reunión la semana pasada con algunas organizaciones no
gubernamentales, un negociador de la Unión Europea explicó con desmayo
que la dominación norteamericana era un "hecho de la vida". Igual que
ocurre con la adhesión al euro, que muchos británicos no quieren pero
creen que ocurrirá de todos modos, un aire de inevitabilidad ha
crecido alrededor de la globalización. Los gobiernos del mundo en
desarrollo han visto en el pasado pocas alternativas a intentar
obtener lo más posible de un mal trato.

Pero no hay nada de inevitable en dar a Occidente y a la OMC lo que
quieren en esta ronda de conversaciones. Lo que las grandes armas no
pueden obtener es la aprobación del público. El fracaso en alcanzar un
acuerdo en Seattle fue un amargo despertar para ellos. Mike Moore, el
director de la OMC, insiste en que esto no ocurrirá cuando el tinglado
se traslade a Doha, Qatar, en noviembre. "No fracasaremos esta vez,
porque si no estamos seguros del éxito en septiembre redefiniremos el
objetivo"

Ello da al mundo en desarrollo y las ONGs todo por lo que jugar pero
también, potencialmente, un condenado montón que perder.

Traducción Angel Díaz Méndez
The Guardian Weekly del 22 al 28 de marzo de 2001


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7. Grandes negocios a su servicio
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Por Barry Coates

Los Estados Unidos no cultivan muchos plátanos. Aun así, al amparo de
un virtualmente desconocido acuerdo sobre comercio, ha obtenido una
victoria legal al impugnar el apoyo de la Unión Europea a los pequeños
productores caribeños de plátano. La disputa se inició bajo el Acuerdo
General sobre el Comercio de Servicios (General Agreement on Trade in
Services, GATS) como consecuencia de las presiones de las
multinacionales plataneras y de una sustanciosa donación de Chiquita
al Partido Demócrata estadounidense.

Los plátanos han de distribuirse y la distribución es un servicio de
acuerdo con el GATS.- Tal es el enfoque del que ha sido descrito como
el más importante acuerdo sobre comercio desde 1948.

Este mes se ha comenzado a negociar la extensión del GATS. Si los
poderosos grupos de presión industriales se salen con la suya, el GATS
podría socavar la capacidad de los gobiernos para actuar en interés de
los pobres, trabajadores, consumidores y grupos vulnerables de la
sociedad. Estos poderes serían reemplazados por nuevos derechos para
las empresas multinacionales.

Las normas estatales sobre la prestación de servicios son el eje del
modo en que las sociedades tratan a sus ciudadanos. En 1994, el GATS
se firmó como parte de los acuerdos que establecieron la Organización
Mundial de Comercio (OMC). Incluye servicios básicos como la
asistencia sanitaria, la educación y el suministro de agua;
infraestructuras como comunicaciones, correo y transporte público;
servicios culturales como películas, radiodifusión, museos y
bibliotecas así como finanzas, comercio minorista, servicios
profesionales y turismo. La definición más usada de servicios es
"cualquier cosa que no pueda caérsele en un pie". Los 160 sectores
incluidos en el GATS suponen la mayor parte de la economía mundial.

Las multinacionales a la búsqueda de beneficios estuvieron
profundamente implicadas en las negociaciones para establecer el GATS.
El trabajo de lobby de grupos como la US Coalition of Service
Industries y el European Service Forum mantuvo la presión.

Los acuerdos sobre comercio de productos se han centrado
principalmente en barreras externas como los aranceles. El GATS es
diferente. La mayor parte de las normas que son consideradas "barreras
al comercio" son normas y políticas locales y estatales. El GATS
incluye la presencia comercial en los servicios y ha sido definido por
la OMC como "el primer acuerdo internacional sobre inversiones del
mundo". Incluye muchas de las previsiones del fracasado Acuerdo
Multilateral de Inversiones, que fue abandonado tras una intensa
campaña de la sociedad civil.

El GATS contiene dos tipos de disposiciones. El primero son los
compromisos contraídos por los gobiernos para abrir sus industrias de
servicios. Se supone que son ofertas voluntarias pero en el mundo real
las cosas no funcionan así. Los países en desarrollo se enfrentan a
negociaciones desiguales, complejos acuerdos, escaso presupuesto y
pocos funcionarios y falta de apreciación de los probables impactos
del GATS. Sus negociadores se ven presionados a abrir sus servicios a
cambio de concesiones en otros acuerdos desiguales de la OMC como los
de la agricultura. Este mercadeo no debería existir y no debería
exigirse a los países en desarrollo que pagasen los fracasos de las
políticas agrícolas del mundo rico.

El segundo tipo de disposiciones cubre todos los sectores de
servicios. Se incluye la obligación de que las regulaciones no sean
más gravosas de lo necesario (gravosas según lo entienden las empresas
de venta de servicios). La OMC podría aplicar criterios que
insistieran en que las regulaciones fueran "tan equitativas como fuera
posible" o "tan respetuosas con el medio ambiente como fuera posible"
pero el GATS eleva los interesas de las empresas sobre cualquier otro
objetivo.

Los gobiernos argumentan que los servicios públicos están seguros
porque el GATS excluye los servicios prestados  "bajo el ejercicio de
la autoridad del Estado". Pero el GATS se aplica si los servicios se
prestan comercialmente o en concurrencia con el sector privado. En la
mayoría de los países hay pocos sectores de servicios que no incluyan
alguna parte de los mismos prestada por empresas como la
radiodifusión, la medicina privada o la educación

La piedra angular del acuerdo es el compromiso de continua
liberalización. El GATS es un engranaje que permite a los gobiernos
liberalizar más pero no menos y sus compromisos son, de hecho,
irreversibles. Suprime el derecho de las democracias a votar por una
regulación más fuerte o una mayor implicación del sector público en la
economía.

Sin embargo, ya hay crecientes evidencias de los costes sociales del
fanatismo privatizador. Muchos países en desarrollo han visto
impuestas estas políticas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional como el precio de la cancelación de la deuda o de la
obtención de nuevos créditos. En muchos casos, monopolios privados han
sustituido al sector público trayendo como consecuencia precios más
altos por un peor servicio.

Un ejemplo fue la caótica privatización del sistema de aguas en
Cochabamba, Bolivia. La multinacional estadounidense que compró el
sistema dobló los precios a muchos usuarios con lo que familias pobres
pagaban mas por el agua que por la comida. Después de enormes
manifestaciones la privatización fue reemplazada por el suministro
local de agua. Esta marcha atrás hubiera sido prácticamente imposible
bajo el GATS.

Las privatizaciones fracasadas en los países ricos han incluido el
sistema ferroviario en Gran Bretaña, la electricidad en California y
el agua en Nueva Zelanda. El enfoque desregulador del GATS también
amenaza el acceso universal a los servicios públicos, los derechos de
los trabajadores, la normativa medioambiental y la salud pública.

Activistas de todo el mundo se están percatando de la amenaza del
GATS. Un manifiesto internacional exige una moratoria en las
negociaciones y la reforma del núcleo del acuerdo. El debate no es
entre los que quieren más reglas y los que no quieren ninguna sino
entre que reglas se aplicarán y a quién beneficiarán. No debe
permitirse que los derechos de las empresas prevalezcan sobre todos
los demás objetivos.






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