Grano de Arena on Thu, 25 Oct 2001 11:31:05 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 110 - JUSTICIA, NO GUERRA


EL GRANO DE ARENA
Correo de información ATTAC n°110
Miercoles, 17/10/2001
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PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo110.pdf
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En este número. Síntesis

1. Terrorismo, un legado de la historia: Banalización y multiplicación
de las formas del terror, fenómeno esporádico o definitivamente
incorporado a nuestro tiempo.¿ es acaso un resultado irreversible de
la historia?

2. ¿EEUU está contra la especulación financiera y los paraísos
fiscales? En menos de 15 días, el país donde se albergan las más
poderosas multinacionales que manejan globalmente la especulación
bolsística de los mercados financieros, cambia sus argumentos y
empieza a controlar las cuentas bancarias, las operaciones en Bolsa y
las salidas y entradas de dinero "negro"

3. Una respuesta a la absurda idea de la guerra de las civilizaciones:
Debemos recordarlo con énfasis, no se trata de un engranaje fatal y su
rechazo puede conducirnos a encontrar nuevas posibilidades, conducir
al mundo a una mayor madurez. ¿Qué puede hacer quiénes individual o
colectivamente rechazan esta perspectiva? ¿Cómo y donde construir una
posición alternativa?

4. Segundo encuentro internacional sobre la globalización de la
economía solidaria : una perspectiva Norte-Sur: La economía social y
solidaria conlleva esperanzas pero es terriblemente frágil. ¿Los
ministros de Francia y Québec creen en ello realmente? ¿O consideran
que la economía social y solidaria como un paliativo para contener
mejor la insatisfacción popular y disminuir las presiones sobre los
excluidos?

5. Después de aquel martes: ¿Cambió el mundo o cambiamos nosotros? Los
medios de comunicación estadounidenses dicen como son las cosas y
quién es quien para la gran mayoría de la opinión pública mundial.  La
economía de los Estados Unidos continúa como la referencia dominante
en el mundo. ¿Entonces qué cambió?

6. Justicia , no guerra: desatar más violencia es echar más leña al
fuego.

7. Latinoamérica: Argentina: Es  imprescindible cambiar el rumbo para
salir de la crisis. Centroamérica: Un millón y medio de personas
siguen en situación de emergencia por la hambruna. Colombia: EEUU
prepara estrategia antiterrorista para Colombia. Ecuador: CONAIE:
Construyendo el Estado Plurinacional




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1.-Terrorismo, un legado de la historia.
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José Arbex Jr. Sao Paulo

Es sorprendente que un hecho tan simple parezca escapar a la inmensa
mayoría de los que escriben sobre el terrorismo: se trata de una
acción practicada por los seres humanos, no por extraterrestres
enfurecidos. Por ser un acto humano, puede ser comprendido únicamente
como un resultado de la historia.

En el siglo 20, en particular, se banalizó el terror (esto es, el uso
de la violencia sistemática, con objetivos políticos, contra civiles o
blancos militares que no estaban en operación de guerra). También se
multiplicaron sus formas.

Existen terroristas que actúan en nombre de Dios (como los grupos
extremistas islámicos); los mercenarios (milicianos franceses y
norteamericanos que luchan en África); los nacionalistas (como el IRA
o el ETA); y, también, los ideológicos (como el grupo de Tim McVeigh,
responsable de la destrucción del edificio de Oklahoma, en 1995).

Existe también el terrorismo de Estado -la práctica de eliminar
poblaciones y blancos civiles (como los Estados Unidos, en Hiroshima y
en Vietnam, o Pol Pot en Camboya) o la segregación y masacre de
minorías (caso del antiguo régimen de apartheid en África del Sur, y
de Israel contra los palestinos), y también la práctica de torturar y
asesinar a los que piensan diferente (dictaduras latinoamericanas, de
los años 60 y 70).

Claro, el terror no comenzó en el siglo pasado. Al contrario, tiene
una larga historia. Basta recordar, en la era moderna, el régimen
implantado en Francia por Robespierre, en 1793. O en su momento el
asesinato del zar de Rusia Alejandro II, en 1881, por la organización
"Voluntad del Pueblo".

La primera noticia de un atentado terrorista publicada por un
periódico en Brasil data de mayo de 1878. El blanco era el emperador
Guillermo de Prusia. El detonante de la Primera Guerra fue el
asesinato, en 1914, del archiduque Francisco Fernando por el
estudiante Gavrilo Prinzip, miembro del grupo terrorista serbio "Mano
Negra".

Hasta los años 20, el terrorismo era un fenómeno esporádico. Él
comenzó a ganar espacio e importancia con el surgimiento de los
regímenes de José Stalin y Adolfo Hitler. Ya al final de los años 20,
Stalin enviaba a los campos de concentración a centenas de miles de
opositores, sin contar con los millones de campesinos ejecutados
durante la colectivización de las tierras, entre 1929 y 1932.

En la Alemania de los años 30, Hitler perseguía comunistas, judíos,
gitanos y eslavos. Hasta el final de la Segunda Guerra, en 1945,
serían asesinados seis millones. Los dos regímenes eran semejantes, en
lo que se refiere al culto a la personalidad de los dirigentes y a los
poderes de la policía política (KGB y Gestapo).

El totalitarismo le dio una nueva dimensión al terror. Por primera vez
en la historia, la maquinaria del Estado era colocada al servicio de
las ideologías que propugnaban la eliminación de los adversarios. El
terror extendía sus tentáculos sobre el conjunto de la sociedad. Un
método semejante sería adoptado por Mao Tsetung, después de tomar el
poder, en China, en octubre de 1949.

El legado del terror fue sintetizado por el filósofo alemán Theodor
Adorno, con su terrible sentencia: después de Auschwits, se tornó
imposible hacer poesía. Adorno investigaba el sentido de la cultura.
Auschwitz aconteció en el país de Schiller, Goethe, Marx, Bach,
Kant... La tecnología de la muerte ridiculizó las más elevadas ideas
de la belleza, la verdad y el bien.

EEUU y la Comunidad de Naciones

No hay límites para la capacidad destructiva del hombre. El terrorismo
también daría un salto gigantesco, con Hiroshima y Nagasaki, en agosto
de 1945. La bomba hizo de la muerte del mundo una opción política:
bastaría que uno de los dos lados "apriete el botón" para iniciar la
guerra nuclear -la última de la especie. La política y el diálogo
habían perdido su razón de ser. El "equilibrio del terror" marcó las
cinco décadas de Guerra Fría. La "banalización del mal" denunciada por
Hannah Arendt alcanzaba su cumbre.

El ser humano que emergió de ese proceso se tornó más cínico y "duro",
menos solidario. En los años 80, la ideología neoliberal -"no hay
sociedad, únicamente individuos", dijo Margaret Thatcher- proporcionó
un cuadro mental perfecto para un mundo afectivamente devastado,
conformado por seres solitarios, atomizados, inmersos en sus propias
angustias.

Los Estados Unidos (que, por lo demás, entrenaron a Osama bin Laden y
armaron a Sadam Hussein), particularmente, tienen una gran
responsabilidad en el clima de terror que enmarca las relaciones
internacionales. La totalidad de su política externa se basa sobre la
fuerza bruta y el total desprecio por la comunidad de naciones.

Basta recordar la reciente ruptura de Washington con el Protocolo de
Kyoto, en nombre de sus específicos intereses comerciales, o el
abandono de la Conferencia contra el Racismo, en Durban. No
casualmente, en abril los Estados Unidos fueron excluidos de la
Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Los motivos citados por la
Asociación Americana de Juristas hablan por sí:

"Los Estados Unidos no adhirieron a buena parte de los instrumentos
internacionales de derechos humanos vigentes. Entre otros, al Pacto
Internacional de Derechos económicos, Sociales y Culturales; los dos
protocolos del Pacto de Derechos Civiles y Políticos; la Convención
contra el apartheid; la Convención sobre la imprescriptibilidad de los
crímenes de guerra de lesa humanidad; (...) la Convención sobre el
Estatuto de los Refugiados; la Convención de Ottawa, de 1997, que
prohibe las minas antipersonales (...). Tampoco votó por la creación
de una Corte Penal Internacional (...). Al ratificar el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, formularon reservas a
numerosos artículos, entre ellos el artículo 6.5, que prohibe la
aplicación de la pena capital por delitos cometidos antes de los 18
años (...). Es uno de los dos países del mundo (el otro es Somalia),
que no ratificó la Convención de los Derechos de los Infantes".

La destrucción del World Trade Center apenas proyectó la sombra del
Gulag, de Auschwitz, de Hiroshima y de Vietnam sobre Manhattan. No se
pretende, con esta afirmación -es obvio!-, justificar aquel o
cualquier otro atentado terrorista, venga de donde venga. Muy al
contrario.

Se pretende, apenas, situar el debate en su lugar concreto: la
historia.

Servicio Informativo ALAI-Amlatina
Reenviado por CEUDES
Corporación Unidades Democráticas para el Desarrollo
E-mail: ceudes@andinet.com  -
 Web:www.ceudes.org


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2. ¿EEUU está contra la especulación financiera y los paraísos
fiscales?
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Antonio Cruz González
ATTAC-Madrid

Cómo cambia el mundo. En menos de 15 días, el país donde se albergan
las más poderosas multinacionales que manejan globalmente la
especulación bolsística de los mercados financieros, donde se esconden
los principales capitales vía almacenamiento en los paraísos fiscales,
donde se protege a capa y espada el neoliberalismo de mercado, sin
controles, sin impuestos, cambia sus argumentos y empieza a controlar
las cuentas bancarias, las operaciones en Bolsa y las salidas y
entradas de dinero "negro" en los paraísos fiscales, de los
supuestamente terroristas.

Aquellos que, parece ser, aprovechándose de la situación de los
mercados globales, sin controles, sin impuestos, y valiéndose de la
información privilegiada por saber lo que iba a ocurrir después de sus
atentados, han comprado, han vendido, han especulado y han usado los
paraísos fiscales para escapar a los controles.

Pues bien, cuando Attac y otras asociaciones, organizaciones, partidos
y sindicatos, solicitamos el control de las inversiones especulativas,
a través del control de los Bancos Centrales, a través de herramientas
fiscales como los impuestos sobre la especulación de las transacciones
financieras, sobre los balances consolidados de las multinacionales, a
través del control democrático, impidiendo, controlando y gravando a
las empresas que operan internacionalmente en países que no respetan
ni los derechos de los trabajadores, ni los derechos de los
ciudadanos, se nos acusa de querer ir contra el sistema, de
antiglobalizadores, de izquierdistas, de anarquistas, de "basura
anticapitalista".

No estamos reivindicando el copyright de todas las medidas que
basándose en un pretendido antiterrorismo vá a utilizar el Sr. Bush.
No queremos cobrar derechos de autor, queremos que se nos reconozcan
los derechos que es diferente.

Y lo que es más crudo y real. Pensamos que si estas medidas que
propugnamos se hubieran empezado a tomar hace tiempo, no tendríamos
que lamentar ahora que los extremismos atenten contra el poder
financiero (las Torres Gemelas eran el símbolo) que no las permitió.

No es de recibo argumentar que estas medidas que toma ahora Mr. Bush
se realizan contra los terroristas. Estimamos que hay muchas clases de
violencia. La violencia extrema es la del atentado. Las otras formas
de violencia son la persecución implacable de los trabajadores, con la
única excusa de la obtención de una mayor plusvalía, o beneficio. La
promoción, empleo y consecución de trabajo en condiciones de
esclavitud, despidiendo a trabajadores del antiguo mundo
industrializado, o primer mundo, con jubilaciones anticipadas, con
trabajos parciales contratados en situación de precariedad, con mano
de obra inmigrante sin costes sociales (sin seguridad social, sin
retenciones fiscales) con condiciones de vida que facilitan, directa o
indirectamente, el dinero negro, el tráfico de drogas, la promiscuidad
y la prostitución, etc. etc.

Las condiciones vergonzosas e inhumanas creadas por los Señores de las
MARCAS en Asia, América y Africa; la falta de ayuda humanitaria a los
países pobres, también son formas de terrorismo. Cuando observamos que
una esponsorización como Nike ó Reebook, por poner un ejemplo
característico, apoya con miles de millones (Ptas, Dólares, que más
dá) a tenistas, futbolistas, y otros juegos que cada vez se están
basando más en ocultar otros negocios que están detrás del deporte
profesional, como la especulación inmobiliaria o la venta de productos
propagandísticos de los equipos (gran furor entre los jóvenes, y menos
jóvenes, globalizados), también estamos hablando de terrorismo.
Mientras haya un ser humano maltratado gracias a la explotación de
productos, valores, cultura, que les dá beneficio a sólo unos pocos
podríamos hablar de terrorismo.

Es el terror que se crea alrededor del trabajo esclavo de un operario
que gana de 0'13 $ por hora a 0'19 $ por hora, en Asia (China: Fábrica
en Liang Shi de Handbag Factory, Carteras de Wal-Mart; Yu Yuen Factory
para Nike y Adidas Athletic Shoes; fuente: Naomi Klein, NOLOGO, datos
marzo 1998). Para los mismos productos cuando se hacían en países
industrializados el salario era de 10 $/hora en USA. Y entonces
aparece el terror subliminal, que también es terror, el obrero de USA
es despedido, para contratar al chino que hará el mismo producto con
las mismas calidades, y el mismo precio, pero el beneficio será 9/10
partes de $, más por hora (para los no matemáticos 1 $ - 0'10 = 0'90
centavos de $). Pero hay otros beneficios adicionales además del
salario que se le hurta al obrero chino. Estos son los costes
sociales. En Corea, ¨Filipinas, China,  a las ciudades globalizadoras
donde se montan estos productos, no se les exigen por los gobiernos de
esos países: impuestos, seguros sociales, legislación laboral, que
incluiría si existiese: vacaciones pagadas, permisos de maternidad, un
número de horas limitadas y el resto como horas extra, permisos
médicos, ...pero, si ni siquiera les permiten ir al aseo en las horas
de trabajo (Testimonio de Naomi Klein de las trabajadoras de Cavite en
Rosario, Filipinas). Además otras circunstancias incapaces de
imaginarse a los ciudadanos de este primer mundo que ven como Sampras
o Agassi llevan Nike en sus ropas en el Open USA. Estas circunstancias
son: tener que dormir encima de la mesa del taller cuando hay horas
extras (que no se pagan como extras y que son obligatorias, no
voluntarias),  porque no dá tiempo de ir a otro poblado a su casa y
volver al trabajo, comprar las viandas para comer en los recintos de
las maquiladoras y montadoras con los precios y tipo de dinero (vales)
que les imponen las empresas, resistir en el caso de las mujeres-niñas
(de 14 a 25 años, después las despiden) el acoso sexual de los
encargados, la vigilancia menstrual mensual para acreditar que no
están embarazadas, no digamos nada de hablar en el trabajo o comentar
condiciones o desigualdades, la prohibición de sindicarse simplemente
se paga con el despido, los despidos son totalmente limpios, es decir
sin indemnizaciones, ni seguros, ni asistencia legal ni de los
gobiernos, ni privada.

¿Cuántos mueren por falta de condiciones laborales, de seguridad,
sanitarias? (mismo libro citado NOLOGO, incendios en montadoras y
desastre por no disponer de salidas de emergencia; gases tóxicos en
los montajes de zapatillas deportivas de la sustancia que pega la
suela).

¿Cuántos enferman por mala alimentación, falta de sueño, falta de
descanso?
¿Cuántos se prostituyen para intentar salir de esta situación?
¿Cuántos se drogan y caen en el narcotráfico?

Los datos están en todas partes, aparte del libro citado, los
documentales de TV sobre la prostitución infantil en Thailandia (Sexo
y turismo), India, etc., pero existe un pacto no escrito para tapar
todo esto.

Y entonces sólo se enseña la MARCA, ésta aparece sobre la camiseta del
BarÇa (NIKE) o la sponsorización de Zidane (Adidas). Y son tan guapos,
tan ricos, tan famosos, que este es el sistema de vida que se propugna
y nadie es capaz de pensar o imaginar la denuncia de esos derrotistas
que ven miseria, hambre y terror detrás de publicidad tan guapa.

¿No es todo lo expuesto terrorismo?

Pues si la contestación es positiva, ahora que se justifica las
medidas de controlar cuentas, inversiones y paraísos fiscales, ¿por
qué no se aplica el cuento Mr. Bush, y lo controla siempre?

¿Por qué se habla ahora de vuelta al Keynessianismo y al control de
los Estados-nación? Sencillamente porque se ha llegado demasiado
lejos. No ha habido libertad de mercados (nunca la hay si hay
oligopolios de oferta), ha habido desmadre de mercados, y sobre todo
de los financieros. Porque no olvidemos que al que se busca vivo o
muerto, aprendió con la CIA, y es capitalista, millonario. Es decir es
un hijo del Sagrado Imperio, que conoce perfectamente todos los
mecanismos financieros y que en estos quince días es posible que haya
duplicado su capital, gracias a su posición privilegiada, suponiendo
que sea el principal causante de los atentados, que todavía está por
ver.

Se han cometido tantas felonías en nombre de la libertad, que ahora,
con la tragedia, sería deseable que se enmendaran. Pero, ¿se hará?. O
más bien se buscará con todos los medios guerreros una venganza para
volver a las andadas globalizadoras.

¿Es qué el propio sistema capitalista no se da cuenta de dónde están
los límites?

James Tobin, que no cree en nosotros, ya se dio cuenta hace tiempo y
pergeñó un impuesto que gravara las transacciones especulativas en
divisas de los mercados financieros, que son más del 85% de las que se
realizan en Bolsa. Nosotros estimamos que lo recaudado a través de
este tributo (un tributo pequeño, pequeña penitencia al pecador
especulador, un 0'1% sobre la transacción) se destinaría a la ayuda de
los países pobres, con lo que éstos subsanarían de una tacada el
hambre, la sanidad y la alfabetización. Recaudado y vigilado por
organismos de Desarrollo de Naciones Unidas, sería un primer paso,
unido a la condonación de la deuda externa, que se está empezando a
pedir, por voces próximas a nosotros, así como la imposición sobre las
ventas de armas, que solicitan otros, para impedir el desarrollo
armamentístico, son las premisas imprescindibles para acabar con el
terrorismo. De esto no nos queda ninguna duda.


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3. Una respuesta a la absurda idea de la Guerra de las civilizaciones.
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El 11 de setiembre de 2001, en Washington y Nueva York  hizo irrupción
en el escenario de la Historia, un acontecimiento estremecedor. Un
acontecimiento portador de incertidumbre, cuyos contradictorios
efectos de largo plazo, dependerán de la capacidad de los actores de
modificar las estrategias. Un acontecimiento que se inscribe en las
tendencias pero que las transtorna. La hegemonía "estadounidense" se
ha revelado en su aplastante suficiencia pero también en sus
debilidades. Este atentado reviste la apariencia de  fuerzas que, en
sus declarados objetivos y en sus formas de acción oponen una visión
regresiva y totalitaria a una pretendida modernidad impuesta por los
fuertes a los débiles. Esta situación constituye una interpelación a
los movimientos ciudadanos que han venido rechazando el dejarse
encerrar en la absurda representación de una guerra de las
civilizaciones y que defienden la solidaridad internacional entre los
pueblos.


La medida del acontecimiento, otro ataque más a la conciencia
universal

Necesitamos en primer término precisar los alcances de este
acontecimiento  y rechazar el separar la forma del fondo, el fin de
los medios La compasión por las víctimas no exige una obligatoria
reverencia. Se resiste a las imágenes que por repetidas tienden a
volverse irreales, al espectáculo reiterado que deshumaniza. Es
ciertamente legítimo recordar que todas las víctimas tienen el mismo
derecho a la compasión y también lamentar la escasa atención y hasta
la indiferencia hacia tantas masacres. Es necesario estar atento y no
repetir el cinismo de la guerra fría cuando se consideraba que le
correspondía a cada uno de los campos llorar a sus muertos y contar
sus cadáveres. Este atentado se inscribe entre lo inaceptable. Ninguna
comparación numérica  del horror podría reducirlo No resulta
indiferente la  naturaleza del ataque en lo que revela  ni en lo que
manifiesta. Transformar aviones, repletos de civiles, en misiles
contra edificios repletos de civiles no es ciertamente anecdótico.
Confirma, por el contrario el rechazo  hacia el lento y titubeante
progreso de la conciencia universal. La tentativa de separar el
terrorismo estatal o privado de otras formas de resistencia, el
rechazo a la ciega masacre de civiles no es cuestión de sensiblería ni
de un ardid descomunal. No implica eliminar la diferencia entre el
terrorismo de conquista y el recurso de la violencia,  potencialmente
legítimo, de aquellos a quienes les son negados sus derechos. Puede
parecer absurdo querer humanizar la guerra cuando se trata de imponer
la justicia y la paz. sin embargo el rechazo de la tortura, la
abolición de la pena de muerte son victorias parciales que tienen su
importancia.

Una acción genocida, antiguamente considerada como causada por la
fatalidad es hoy en día menos aceptada por la opinión pública,
rechazada por la evolución de la conciencia universal, y esperemos que
bien pronto  condenada por el derecho internacional. Es
momentáneamente reconfortante que se haya iniciado un debate
internacional sobre las siguientes tres cuestiones: la importancia del
derecho para luchar contra el terrorismo, el efecto del terrorismo
sobre el derecho y su efecto sobre el derecho de lucha contra el
terrorismo.

La solidaridad con el pueblo americano, profundamente golpeado en su
diversidad, es nuestro primer planteo. No se trata de un cheque en
blanco a quienes quisieran orientarse hacia un unanimismo revanchista.
Se trata de brindar nuestra fraternidad a las fuerzas lúcidas que
rechazan  el consenso y reivindican su libre albedrío.

Numerosas tomas de posición denotan la presencia de esa corriente, de
esa parte del pueblo estadounidense que ha luchado siempre contra la
discriminación, por la justicia, la libertad y la paz. Habría que
citar íntegramente esa admirable carta publicada por el New York Times
de aquellos padres, que llorando a su hijo desaparecido expresaban "
En nombre de nuestro hijo víctima de una ideología inhumana...logremos
juntos una reacción racional como nación que traiga  al mundo, a la
inhumanidad de nuestra época, paz y justicia"

Una estrategia basada en un supuesto, el conflicto de civilizaciones

En este período de incertidumbres, la exploración de las hipótesis
forma parte del análisis de la situación. Nada está claro ciertamente
en las zonas perturbadas en las que juegan  cínicas manipulaciones y
contramanipulaciones. Las porosas fronteras entre Pakistán y
Afganistán, colmadas de armas, de drogas y de odio han sido también el
espacio de encuentro y de connivencias entre los servicios secretos y
los fundamentalistas. La verdadera bomba que aún no ha terminado de
explotar son los 15000 "afganos", los famosos "combatientes
anticomunistas de la libertad", formados, armados y mimados por la
CIA. No se puede descartar a priori ninguna hipótesis sobre las
responsabilidades y las complicidades existentes .Son  tán
inexplicables  el ataque  sorpresa a las torres de Nueva York como el
asombrosos boquete causado a las defensas del Pentágono en
Washington.

Más allá del atentado en sí mismo, el debate estratégico se engancha a
una ofensiva islámica. Supongamos hipotéticamente que una fracción
islámica al perder la batalla de su crecimiento político se haya
embarcado en una vanguardista ofensiva basada en una opción
terrorista. Esta fracción fundamentalista integrista constituye para
el islam y los pueblos musulmanes algo similar a lo que el nacional
socialismo fué para Europa y los pueblos europeos. Es tan absurdo
sacar conclusiones a partir de una determinada caracterización del
Islam en sus diferentes expresiones como pensar que el fascismo
caracteriza profundamente a la civilización europea o para ir más
lejos como prejuzgar a la Inquisisión como síntesis y característica
de la cristiandad. Esta fracción fundamentalista estaría buscando la
manera de unificar al islam bajo su conducción. Su objetivo sería
poner de manifiesto su fuerza a través de un gran y simbólico atentado
dirigido al corazón de la potencia hegemónica y mostrar su indudable
determinación mediante el monstruoso ejemplo de los medios utilizados.
La trampa tendida a los EEUU los somete a la elección entre dos
respuestas: la intervención en Afganistan, peligrosa desde el
asesinato de Massoud, los bombardeos masivos como en Irak. El desafío
inmediato y estratégicamente mayor se centra en el contrabalanceo de
Pakistán y de Arabia Saudita.

Una estrategia que no debe ser subestimada, trataría de forzar una
representación bipolar que impusiera  una visión del enfrentamiento
como del "islam y occidente", encarado por unos y otros como una
visión del "bien y del mal", " de la civilización y de la barbarie"

Esta visión es ampliamente compartida tanto por los fundamentalistas
como por muchos occidentales, teorizada en los EEUU y caracterizada,
en la búsqueda de un necesario enemigo, por el membrete de guerra de
las civilizaciones. Esta estrategia anticipa que tanto por las
reacciones violentas y desproporcionadas cuanto por los daños
colaterales, podría hacer oscilar de buen o de mal grado a los pueblos
musulmanes.  Espera de Bush una respuesta basada en la misma lógica
del ataque terrorista dirigida al castigo colectivo que pondría de
manifiesto el aborrecimiento hacia los EEUU como sistema de dominación
mundial. Espera de Sharon que continúe su loca carrera en contra de
los palestinos, persuadido de que el más fuerte puede aplastar y
silenciar al más débil, experimentando sin cesar sobre una ciega y
disimétrica estrategia que le impide ver que seguir hundiendo a israel
en una política colonial y racista constituye un peligro mortal. Estas
reacciones contribuirían a justificar el discurso fundamentalista, a
mantener a cada uno en su terreno y a limitar la emoción generada por
los atentados.

El peligro de esta estrategia se relaciona más con el contexto que con
sus autores. Si  solo estuviera vinculado a posiciones indiferentes a
las situaciones sociales y a su ideología totalitaria y despreciativa
de los derechos individuales y colectivos, los fundamentalistas de la
bipolarización no tendrían ninguna chance de aislar a sus adversarios
y de ganar consenso entre los países musulmanes y en el mundo. Pero es
necesario tener en cuenta la exasperación de los pueblos ante la
arrogancia de los ricos y de los poderosos frente al cinismo y al
ciego egoísmo económico. En un mundo cada vez más globalmente rico,
aumenta la pobreza, las desigualdades alcanzan proporciones
insospechadas, la discriminación es la norma. La crisis de la deuda ha
reducido a nada las esperanzas nacidas con la descolonización. Los
informes de las instituciones internacionales describen, año a año, un
mundo cada vez más inaceptable. La toma de conciencia de esta
situación convierte en inaceptable la idea de que nada puede cambiar.
Allí está el terreno de la desesperación que puede originar todas las
manipulaciones y todos los terrorismos.

 La unilateralidad de los EEUU,  su cuestionamiento a los acuerdos
internacionales, su desprecio por las Naciones Unidas, su práctica de
"dos pesos, dos medidas" que socava el derecho internacional, su
pretensión de someter el derecho internacional a sus intereses los
conducirá al aislamiento. Hace ya bastante tiempo que se ha
desvalorizado el liderazgo de EEUU y son muy pocos los que estarían
dispuestos a movilizarse junto a ellos con el único objetivo de
restablecer el mito de su invencibilidad.

Existe una respuesta posible, el derecho internacional y los
movimientos ciudadanos mundiales

  ¿Es posible pensar en el escenario de un enfrentamiento que
derivaría en un largo y sangriento conflicto y cuyo propósito sería la
victoria de una representación de la guerra de  civilizaciones?
Podemos pensar que una trampa tan grosera no sería creíble. Entre los
países musulmanes no se apuesta al fundamentalismo. Y aún en los EEUU,
una parte de la conducción estadounidense busca evitar los riesgos..
Sería por lo tanto posible graduar la respuesta y continuar como
antes. Debemos admitir sin embargo que esta hipótesis es poco probable
y que se mantienen los mayores riesgos. Las tendencias reorganizadas
luego de los acontecimientos del once de setiembre no conducen a la
paz; las fuerzas que empujan hacia un mayor enfrentamiento y a la
bipolarización están presentes tanto entre quienes quieren combatir a
occidente como entre están dispuestos a todo para conservar sus
riquezas y su hegemonía.

 Lamentablemente lo peor no es improbable. No olvidemos como, luego
del asesinato de Jaurès (N. de T.: político y sociólogo francés, jefe
del partido socialista que bregó por la paz internacional y murió en
1914 víctima de un atentado) todas las fuerzas sociales y políticas
que rechazaban la guerra fueron marginadas por el desencadenamiento de
pasiones nacionalistas y de intereses que convergían hacia la guerra.

Pero debemos recordar con fuerza que este engranaje no es fatal y su
rechazo puede conducir a nuevas posibilidades y al mundo hacia una
mayor madurez. ¿ Qué es lo que podrían hacer todos aquellos que
individual o colectivamente rechazan este futuro?

¿Donde y cómo construir una alternativa?

Se trata por de pronto de rechazar esta concepción binaria y mortal de
la guerra de las civilizaciones. de rechazar la visión de mundos
cerrados, homogéneos y uniformes, de recordar la riqueza que contienen
las civilizaciones, la diversidad de pueblos del mundo y de sus
culturas, la complejidad de sus situaciones, de sus geografías y de
sus historias. desde el punto de vista geopolítico esta batalla no se
halla perdida de antemano. Podría servir para el reencuentro de Europa
y de los grandes países del sur.

Los países del Sur rechazan todo alineamiento. La India, Sudáfrica,
Brasil lo han demostrado en el tema de los medicamentos contra el SIDA
cuando se opusieron a subordinar el derecho a la salud a los derechos
comerciales de la OMC. No se ve muy bien porque estos países, como
también la China y muchos otros aceptarían dejarse encerrar en un
esquema bipolar que opusiese el occidentalismo al islamismo. Los
países del Sur saben que se impone un nuevo ordenamiento geopolítico
que será necesario negociar.

Europa es una de las claves de la situación. Puede alineándose y
participando de esta cruzada dar la razón a lo peor. Puede reafirmando
su autonomía, participar de lo mejor reconstruyendo un nuevo
equilibrio geopolítico y una abierta reforma de las Naciones Unidas.
En estas condiciones remontará su propia crisis y construirá su
legitimidad ante los demás pueblos del mundo incluidos sus propios
pueblos .Será en su propio interés reconocer, luego de las guerras del
Golfo y de Kosovo, los inconvenientes del unilateralismo.

Momentáneamente  no es este el camino elegido, prefirió siempre la
alianza atlántica a su relación con el Sur y se ha mantenido
preocupada por sacar provecho de su dominante posición en la economía
mundial neoliberal.. No se debe sin embargo subestimar las
contradicciones de la situación y la perspectiva, bastante descuidada
durante muchos años, de formular un proyecto europeo.

El problema no es en principio geopolítico y no se solucionará con la
reorganización de los espacios interestatales. A nivel mundial y en
cada una de las sociedades se hallan en gestación diversas formas de
poder aún inconclusas y contradictorias. Es demasiado pronto todavía
para calificarlas y clasificarlas y para basar en ellas nuevas
estrategias. El proceso que podría contribuir  a una salida positiva
para estas incertidumbres reposa en  cuatro propuestas: la reducción
de las desigualdades sociales y la redistribución de la riqueza, la
lucha contra las discriminaciones y por el reconocimiento de la
dignidad, la democratización de los Estados y la regulación pública en
función del interés general, la democracia participativa y la
consolidación lo que, a falta de mejor identificación, llamamos
sociedades civiles.

El movimiento ciudadano mundial comporta una perspectiva que confirma
su evolución actual. Se opone al derecho de la fuerza, a la dominación
y a la injusticia. El derecho debe incorporarlo a todas las sociedades
y a nivel internacional. El derecho internacional no puede fundarse
sino en los derechos del hombre, en los derechos civiles y políticos,
en los derechos económicos sociales y culturales. La situación exige
un profundo cambio estructural. Desde Seattle hasta Porto Alegre las
campañas internacionales que asocian al Norte con el Sur proponen
alternativas cuya pertinencia puede ya medirse hoy en día.

Numerosas propuestas planteadas por el movimiento ciudadano mundial
responden a estas doble necesidad: luchar contra las desigualdades
sociales y geopolíticas, construir las bases de un nuevo sistema
internacional a partir de los avances del derecho internacional.
Citemos un ejemplo: fundamentar la anulación de la deuda (externa)  en
la corresponsabilidad  y juzgar su ilegitimidad ante jurisdicciones
internacionales; organizar la redistribución de la riqueza a escala
mundial y el respeto a las generaciones futuras basado en una
fiscalidad mundial (ecotasas, impuestos a las transacciones
financieras ,etc.) luchar contra la criminalidad financiera
prohibiendo los paraísos fiscales y la confiscación , mediante
instrumentos jurídicos internacionales, de los haberes en el exterior
de los responsables de la corrupción; luchar contra la impunidad
mediante el establecimiento de instancias jurídicas accesibles a los
ciudadanos; someter a las instituciones financieras internacionales y
a la OMC al respeto a la Declaración Internacional de los Derechos del
Hombre y de los acuerdos internacionales integrándolos al sistema de
las Naciones Unidas; financiar como lo propone el PNUD, el acceso
igualitario de las poblaciones a los servicios básicos; fundamentar
sobre la igualdad de derechos un derecho internacional para las
migraciones, etc.

El movimiento ciudadano mundial plantea estas reivindicaciones sobre
la base de la solidaridad internacional entre los pueblos, que se
construye a través de los movimientos sociales y los movimientos de
emancipación de los diferentes países. Podemos considerar que el
movimiento ciudadano mundial a logrado su primer éxito.

Las movilizaciones de los últimos años han permitido una toma de
conciencia sobre la realidad mundial y han puesto de relieve las
desigualdades y las injusticias. Han contribuido a abrir nuevas
perspectivas y nuevas esperanzas.  A los ojos de los pueblos y de la
opinión mundial aparecen otras soluciones posibles y  crece la
desconfianza hacia otras  desesperadas solicitaciones. La referencia
al derecho en la regulación de conflictos reemplaza  la venganza y el
castigo colectivo por la justicia. Esta referencia al derecho se
impone en esta situación y permite preparar el futuro.

Aunque la intervención militar ha agravado la situación, no
desaparecerán las contradicciones y por lo tanto seguirán existiendo
otros futuros posibles. No existe fatalismo en la evolución y lo peor
no es siempre certero. Los movimientos sociales en cada uno de los
países del Norte y del Sur pueden hacer escuchar su clamor por la
justicia y la paz y por imponer como prioridad la lucha contra las
desigualdades.

Los países del Sur y especialmente aquellos que tienen un peso
político determinante, Brasil, la India, Sudáfrica y China pueden
hacer pesar su voluntad  e influir sobre el reacomodamiento del
escenario mundial. Europa puede aprovechar esta ocasión para afirmar
su independencia e inscribir su proyecto en un mundo multipolar más
equilibrado. Corresponde al movimiento ciudadano mundial darle un
sentido al compromiso de los ciudadanos, apoyarse en una opinión
publica mundial en emergencia, forjar la avanzada de la conciencia
universal. La solidaridad internacional entre los pueblos constituye
una respuesta a la absurda y mortal idea de la guerra de las
civilizaciones. Nacerá el progreso de la capacidad de superar esta
idea.  Para hacer que la civilización avance es preciso atacar la
barbarie que significa el injusto orden mundial .

Gustave Massiah, presidente del CRID, 29 de setiembre de 2001


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4.Segundo encuentro internacional sobre la globalizacion de la
solidaridad la economia solidaria : una perspectiva Norte - Sur
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http://www.uqah.uquebec.ca/ries2001/
www.mediasol.org

Marginal, frágil, sin embargo la economía social y solidaria sería un
éxito

Desde Lorraine Guay y Roberto Rodríguez hasta Jean-Louis Laville e
Ismael Muñoz, la plenaria del martes en la mañana hizo acordar con
convicción que la economía social y solidaria conlleva esperanzas pero
que es terriblemente frágil. La ministra quebequense responsable de
economía social Sra Pauline Marois, considera por su parte el fenómeno
como un éxito excepcional. al margen del neoliberalismo. "Hay que
hacer toda la vuelta entre el pensar globalmente y el actuar
localmente", subrayó Lorraine Guay, de la Marcha de las Mujeres de
Québec. No hay alternativas, dijo. Las instituciones que gobiernan a
las mercados, la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial entre otros, deciden
también sobre  el papel de los Estados y pueden destruir brutalmente,
con sus normas y tratados, las iniciativas locales.

Nuevas aspiraciones (ciudadanía activa, igualdad de las mujeres,
comercio equitativo, nuevo rol del Estado) deben erigirse entonces
sobre estrechas relaciones entre el Norte y el Sur, el Est y el Oeste.
"Estas gestiones estarían en buen camino si el derecho internacional
reservara un espacio a la economía social y solidaria. Es inseparable
de la conquista democrática", estima Guy Hascoët, secretario de Estado
a la Economía social en Francia. Asi, la internacionalización de la
solidaridad sería una condición de una globalización menos
totalitaria.

¿Los ministros de Francia y Québec creen en ello realmente? ¿O
consideran que la economía social y solidaria como un paliativo para
contener mejor la insatisfacción popular y disminuir las presiones
sobre los excluidos? Tomemos el ejemplo de Québec. Desde 1996, fecha a
la cual la economía social surge en la agenda politica, unos veinte
sectores de actividad aprovecharon de la creación de más de 1.000
empresas, creando o consolidando cerca de 15.000 empleos. Actualmente,
4.700 empresas entreprises de la economía social procuran empleos
estables a 50.000 personas.

El volumen de ventas de esas empresas llega a 4,2 mil millones de
dólares, lo que representa el 2 % del producto interior bruto (PIB).
Eso no toma en cuenta a las grandes cooperativas agricolas ni al
Movimiento Desjardins.

Pauline Marois, vice-primer ministra, ministra de Finanzas y ministra
responsable del expediente de la economía social, reconoce el éxito de
la gestión. "Nos consta: el sector de la economía social y solidaria
posee un potencial verdadero de desarrollo y puede contribuir en la
instauración de una prosperidad duradera", decía.

No por eso el gobierno de Québec concedería al sector de la economía
social una inversión equivalente al que se compromete para participar
en la globalización neoliberal, que la ministra califica de
inevitable. ("No podemos escoger"). Por todas partes en el mundo, los
Estados apoyan a empresas, favorecen ventajas comparativas en sus
territorios respectivos. "Esa manera de hacer es totalmente respetable
y aceptable en el plan de las reglas mundiales, argüía Pauline Marois.
Québec debe tomar el tren ya en marcha, "aun si la economía
convencional tiene sus límites y excluye a gente que no encuentran un
sitio en la sociedad", declaro la ministra.

Para ella, la economía social es una manera de ocupar el espacio
dejado vacante por la economía tradicional. Una especie de cataplasma
para lo cual quisiera eventualmente aumentar el apoyo financiero.
Denise Proulx - Recto verso - 10 octobre 2001


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5.Después de aquel martes: ¿Cambió el mundo o cambiamos nosotros?
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Emir Sader

¿Ya nunca más seremos los mismos después de aquel martes?

Otras veces la humanidad se hizo esa pregunta:  después de la primera
guerra mundial, cuando las naciones que se consideraban las más
"civilizadas" de la época Inglaterra, Alemania, Francia, EE.UU. y
otras se enfrascaron en el más violento conflicto bélico hasta
entonces registrado y produjeron millones de muertos.  El acelerado y
hasta entonces incuestionado progreso de la ciencia había sido
utilizado con fines de destrucción y conquista imperial.  Y se trataba
según se decía entonces de la última guerra, de la "guerra para acabar
con todas las guerras", que iba a demorar poco, y se extendió por
cuatro largos años.

De nuevo, Auschwitz y el proyecto frío y "científicamente" calculado
de exterminio de razas judía y gitana consideradas inferiores, hizo
que el filósofo alemán Theodor Adorno dijera que no era más posible
pensar el mundo y las cosas de la misma manera después de todo aquello
que el hombre en el centro de la "civilización" había producido.

El horror de las escenas de aquel martes nos recordó que la guerra de
1914 inauguró un período de la historia en el cual la gran mayoría de
muertes violentas son resultado de hombres matando a hombres en la
criminalidad cotidiana, en el tránsito, pero sobre todo en las
guerras.  Los dos "libros negros" del capitalismo y del socialismo
buscan hacer la macabra estadística de las víctimas, pero cualquiera
que sea el diagnóstico, fueron víctimas de potencias con pretensiones
imperiales y de los desdoblamientos que ellas provocaron, de los
cuales las dos guerras mundiales son el ejemplo más flagrante.

Antes de aquella fecha, era la naturaleza y sus catástrofes la
responsable de la gran mayoría de muertes violentas.  Con el control
de la naturaleza por el hombre, las causas se transfirieron hacia la
historia humana.

Cambiamos nosotros y cambió el mundo, aunque más aquellos que éste
después de aquel martes.  Los Estados Unidos eran la única
superpotencia mundial y se encargaron de reafirmar que continúan
siéndolo.  Las acciones de violencia tienen como respuesta más
violencia verdad tan no sujeta a sofisma alguno como la anterior.

Los medios de comunicación estadounidenses dicen como son las cosas y
quién es quien para la gran mayoría de la opinión pública mundial.  La
economía de los Estados Unidos continúa como la referencia dominante
en el mundo.

¿Entonces, qué cambio?  ¿El mundo se tornó más inseguro?  La
inseguridad ya era una característica de la vida de la gran mayoría de
las personas antes de aquel martes.  Inseguridad y miedo de perder el
empleo, de ser asaltado, miedo de coger algún virus, de comer comida
dañada, miedo de la guerra, miedo de la fuga de capitales y de la
desestabilización que provoca. Lo que cambió es que en ningún lugar
del mundo ahora se puede considerar protegido, ni en las capitales
vencedoras de la globalización Seattle o Nueva York.  Se globalizaron
la inseguridad y el miedo.

Cambió más el clima del mundo, que el mundo mismo.  El mundo no es
menos injusto, no excluye menos gente, ni discrimina menos que antes
de aquel martes.  Al contrario, discrimina más, exige más fuerza en
las manos de los poderosos, provoca más inmigraciones, sufrimiento y
miseria de los más pobres.

Pero el mundo puede cambiar a partir de aquel martes, reflexionando
sobre lo que pasó, por qué pasó y lo que hay que hacer para que no
vuelva a pasar.  Luego que ningún rincón del mundo se puede sentir
seguro, podemos pensar que o hay seguridad para todos o no habrá para
nadie.

De la misma forma que, cuando los Estados Unidos se tornaran víctimas
del fugaz capital especulativo por ejemplo, con una fuga masiva de los
capitales japoneses de sus bolsas en retorno a su país de origen,
ellos dejarán de ser beneficiarios de la especulación financiera, para
convertirse en víctimas.  En ese momento tal vez sea posible
establecer un impuesto a ese capital maligno y restablecer un clima de
cierta confianza, estabilidad y crecimiento económico en el mundo.
Cuando las hasta ahí tranquilas calles de Nueva York no están a salvo
de la inseguridad y del miedo, la humanidad tiene una nueva
oportunidad de cambiar sus formas de vida, de convivencia y así
cambiar el mundo para que sea un lugar seguro y con menos miedo para
todos.

Desgraciadamente la humanidad no tiene un gobierno.  El sistema
político internacional es gobernado por algunos países aún así, uno
más que los otros y es ese sistema concentrado de poder que sigue
dominando el mundo después de aquel martes, haciendo que lo que cambia
en nosotros sirva hasta aquí poco para cambiar el mundo.

Servicio Informativo "Alai-amlatina"
Agencia Latinoamericana de Informacion
info@alai.ecuanex.net.ec
URL: http://alainet.org


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6. Justicia, no guerra
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por Kevin Danaher

En este momento, nos enfrentamos a una decisión como nación:
¿Definimos la violencia del 11 de Septiembre como acto de guerra o
como crimen contra la humanidad? Si lo definimos como guerra, los
temas quedan enmarcados dentro del sentimiento nacionalista y ello nos
separa de las pueblos de otras naciones. Silo definimos como crimen
contra la humanidad, conlleva la posibilidad de unir a la humanidad en
contra del azote del terrorismo.

Si definimos nuestra postura nacional como "guerra", ello nos lleva
más hacia la dirección del estado de excepción. Somos ya una de las
sociedades más armadas de la historia. ¿Necesitamos ir más allá en esa
dirección - matando extranjeros inocentes y restringiendo nuestras
libertades- para que nos demos cuenta de que no es la dirección
adecuada para nuestro país?

En lugar de basarnos en las políticas fallidas del pasado y empujar al
mundo hacia una espiral de violencia, necesitamos ayudar a la gente a
encaminarse hacia un mundo de justicia y paz.

Por mucho que queramos demonizar a la gente que organizó la violencia
masiva del 11 de Septiembre, debemos admitir que la sofisticación del
ataque está expresando que esa gente es capaz de pensamiento racional.
Si atacamos indiscriminadamente y matamos a gente inocente, las fotos
de esos musulmanes muertos serán el mejor medio de reclutamiento que
los terroristas pudieran pedir. ¿Queremos fortalecer su capacidad de
llamamiento hacia los mil millones de musulmanes que hay en el mundo?

Los dos principales pilares del poder de EEUU en el mundo -dinero y
armas- han generado muchos enemigos. Y ahora que hemos sido heridos,
desatar más violencia es echar más leña al fuego. Imaginen que los
hechos del 11 de Septiembre ocurrieran regularmente y que los
partidarios de la guerra fueran llamando más y más a la guerra
conforme escalara el horror. Si la violencia pudiera acabar con la
violencia, ya viviríamos en un planeta en paz.

En lugar de confiar en valores monetarios y armamentísticos, que nos
han llevado a este problema, deberíamos ponernos en manos de la mejor
fuente Americana de legitimidad en todo el mundo: nuestra creencia en
el derecho inherente a todo ser humano a expresarse libremente,
reunirse en libertad para pedir cambios al gobierrno, tener las
creencias que se quieran y participar activamente en el funcionamiento
del gobierno. Estos derechos humanos - y el ser la población más
diversa del mundo- son los pilares sobre los que podemos recontruir la
credibilidad norteamericana en el mundo.

Y aun rechazando el llamamiento a más violencia, ¿cómo afrontamos el
proceso de eliminación del terrorismo en nuestro planeta? Ante todo,
debemos recordar que no somos la única víctima del terrorismo. Cuando
los terroristas masacraron turistas en Egipto, ese país no pudo
declarar guerra contra el mundo. Argerlia ha sufrido la violencia
terrorista durante décadas, y no ha atacado por ello otras naciones.

Muchos países han padecido diversos actos terroristas, algunos
llevados a cabo con armas estadounidenses (las compañías americanas
son las mayores traficantes de armas del mundo), y la población de
esos países quisiera que el terrorismo se acabara de una vez por
todas.

Así pues, redefinamos los ataques del 11 de Septiembre como un crimen
contra la humanidad. ¿Queremos ser vistos por el mundo como un
violento animal, preocupado principalmente por consumir una parte
desproporcional de las reservas mundiales, o queremos ser vistos como
un promotor global de justicia equilibrada?

Los responsables de los recientes ataques pueden ser detenidos y
llevados ante la justicia sin tener que matar civiles inocentes, si
contamos con la ayuda de los gobiernos del mundo. Si América se
compromete con el mundo para establecer un sistema judicial efectivo
internacional contra el crimen, el apoyo de los otros países será tan
fuerte que sería imposible para ningún otro país acoger a los que
cometen actos de violencia masiva.

Sí, sería embarazoso para algunos miembros de nuestro gobierno tener
un largo juicio en el que se expusiera información sobre quiénes son
esta gente y dónde aprendieron sus mortíferas habilidades. Pero que
Dios nos ampare si no somos capaces de criticar a nuestras autoridades
públicas y rectificar políticas erróneas del pasado.

Como ciudadanos, no podemos sentarnos y dar por hecho que los líderes
actuales y sus políticas rectificarán el problema. Estamos ahora en
aguas movedizas, y  el barco del Estado está siendo dirigido por
algunos del mismo grupo de gente que nos metió en el problema
originalmente. Este es el momento para que los ciudadanos de América
se levanten y exijan internacionalismo en lugar de aislacionismo,
justicia en lugar de venganza y amor en lugar de odio.

Tal y como el fundador del Partido Republicano, Abraham Lincoln, dijo
en su día: "La única forma segura de destruir a un enemigo es hacerle
nuestro amigo".

[Fuente: Kevin Danaher es cofundador de Global Exchange, una
organización internacional de derechos humanos. The Washington Post -
29sep01. Traducción al español desde el original en inglés realizada
por el Equipo Nizkor el 12oct01]


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7. LATINOAMÉRICA
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Argentina

Es  imprescindible cambiar el rumbo para salir de la crisis

por Naúm Minsburg (*)

Las noticias cotidianas son francamente abrumadoras. La caída de los
indicadores económicos llega a niveles altamente preocupantes, la
recesión o mejor dicho la crisis, abarca ahora un período que está por
alcanzar los cuatro años de descenso continuado del producto.

Los indicadores sociales, lamentablemente, no le van a la zaga. Crece
la desocupación, aumenta la pauperización de sectores cada vez más
amplios lo que, lógicamente, disminuye dramáticamente el consumo con
su fuerte incidencia en la economía nacional.

Mientras todo ello sucede, asistimos a una paralización en la
actividad gubernamental para tomar medidas anticíclicas. Solamente
Domingo Cavallo, cotidianamente confirmado, continúa con la aplicación
de su política de "más de lo mismo":pagar los servicios de la deuda
"eterna","megacanje" sospechado,  continua búsqueda de nuevas y nuevas
privatizaciones, tomar nuevas áreas gubernamentales bajo su
control(Caro Figueroa en la AFIP, para exhibir en setiembre una de las
caídas más espectaculares en la recaudación) y prometer
incansablemente que "perseverando por este camino triunfaremos". Lo
que resulta evidente es que los únicos "triunfadores" son los
"mercados".

Nuestro país empobrecido deliberadamente -por la aplicación desde hace
años y por los mismos protagonistas de políticas económico-sociales
contrarias a los intereses nacionales- se encuentra inmerso en el
clásico círculo vicioso causado por la aplicación constante del ajuste
recesivo.

 Ese círculo vicioso de la recesión consiste: en menor consumo (claro
que con una masa de 14 millones de personas que están en o por debajo
de la línea de pobreza, no hay ni puede haber incremento de la
demanda), acentuada destrucción del aparato productivo, caída
constante de la inversión, menor recaudación tributaria, mayor evasión
impositiva, descontrol fiscal, aumento del déficit, nuevos ajustes. Es
una espiral infernal que puede llegar al infinito. Esta es,
aproximadamente, la situación en que nos encontramos actualmente.

Tal como señaláramos en nuestro artículo de BAE del 10-08-01 "Los
mercados  pedirán más y más ajuste a la Argentina", pero con ser muy
grave la actual coyuntura, hay más, todavía. Nos encontramos inmersos
en un grave ataque especulativo, producido por los "mercados", que
apuestan contra el país, buscando una devaluación irresponsable y
descontrolada de nuestra moneda, para luego adoptar la dolarización,
lo que haría colapsar aún más nuestra harto delicada situación
económica.

Todo indica que el "modelo" se encuentra agotado. Y sus ejes
principales: convertibilidad, privatizaciones y endeudamiento externo
deben ser totalmente modificados, con un sentido progresista y
respondiendo al clamor de la gran mayoría de los argentinos. La
convertibilidad con cambio fijo(factor que contribuyó a la destrucción
de gran parte del sector productivo, aumentando exageradamente el
desempleo) no puede ni debe continuar.

Desde hace años hemos señalado que la paridad de nuestra moneda (una
de las muy pocas del mundo que no fluctúa) debe estar conformada por
una "canasta" de monedas que incluya al  dólar, al euro, al yen y al
real. Puesto que nuestro comercio exterior debe proyectarse a todo el
mundo y, obviamente, debe estar representada la moneda de nuestro
principal cliente y asociado en el Mercosur. Por supuesto que la
salida de la convertibilidad debe ser gradual y muy controlada.
Estableciendo un "techo" por un determinado monto para los sectores
necesitados que tienen deudas hipotecarias o por compra de bienes
finales.

Es imprescindible poner fin a las privatizaciones o tercerizaciones de
tareas indelegables que debe cumplir el Estado eficientemente,
especialmente en el área de la salud o de las prestaciones a los
jubilados.

El punto fundamental que se debe realizar es suspender los pagos de
los servicios de la deuda externa. Que insumen nada menos que un 25%
del Presupuesto Nacional.

La puesta en ejecución de esta medida debe ser inmediata, tal como lo
está reclamando la mayoría de la población. Mientras, se empieza a
negociar seriamente la reprogramación de la estructura de la deuda,
con una fuerte quita de su importe que, hasta economistas
estadounidenses del staff de George W.Bush, han señalado que debería
ser de entre un 30% y un 40%, y una rebaja sustancial de los
intereses. Con un período de gracia de dos o tres años de no pago de
intereses y de capital.

Ese ahorro verdadero de capital debe ser destinado para el
relanzamiento eficiente de nuestra economía.

Hemos señalado en repetidas oportunidades que cuando el ex presidente
de EE.UU. Franklin D. Roosevelt asume la presidencia de su país, éste
se encontraba inmerso en la más grave crisis de la historia, producto
de la Depresión de la década de los años 30. Con un pragmatismo
envidiable, abandona la política ortodoxa de su predecesor  y utiliza
el empuje de la inversión pública que, como se sabe, arrastra a la
inversión privada para dinamizar la economía, realizando
importantísimas obras de infraestructura,  baja la tasa de interés,
suspende las ejecuciones hipotecarias, incrementa el empleo, etcétera.
No se preocupa del déficit presupuestario y en pocos años transforma a
EE.UU. en la potencia mundial.

Los gurúes al servicio del establishment han respondido que era otro
mundo, ahora estamos "globalizados". Globalización de la miseria para
la inmensa mayoría de la población del planeta y enormes riquezas para
empresas transnacionales y para contados individuos.225
multimillonarios acumulan una riqueza equivalente a la que tienen
2.500 millones de personas que significan el 47% de la población
mundial. Y hace sólo dos años se debían sumar las fortunas de 358
multimillonarios para llegar a un monto equivalente (1).

Es verdad además que era otro mundo. En 1939 había comenzado lo que
sería la segunda guerra mundial de la que EE.UU. emergería como la
gran potencia.

Ahora estamos en 2001, y esperemos que no en otra guerra, y el
gobierno actual de Estados Unidos constituido por funcionarios
pertenecientes a lo más profundo del pensamiento ortodoxo, frente a la
crisis económica y ahora por el factor militar de su país, no vacilan
en cambiar rápidamente de política y establecen una serie de medidas
de estímulo a la demanda factor principal de la recesión y  priorizan
la intervención estatal para facilitar la salida de la crisis.

El gobierno argentino debe, de una buena vez, pensar en terminar con
esta crisis tremendamente empobrecedora y tomar con fuerza las medidas
sugeridas en este artículo, en la seguridad de que podremos emprender
el camino para salir del empobrecimiento al que se nos ha conducido
premeditada y despiadadamente.

(1)P.N.U.D. Informe sobre Desarrollo Humano 1998

(*) Economista. Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina
 E mail: naumin@netizen.com
4/10/01

Centroamérica

Un millón y medio de personas siguen en situación de emergencia por la
hambruna en Centroamérica

Centroamérica cuenta con 1,6 millones de personas que necesitan
asistencia alimentaria urgente debido a las recientes sequías, los
terremotos, el huracán Mitch y la caída de los precios del café, según
la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO).   Los 34 millones de habitantes de la región están
sufriendo las consecuencias económicas derivadas de cinco años de
desastres naturales, a los que se añade la reciente crisis del café,
que ha dejado sin empleo a miles de peones de las plantaciones y sin
cosechas a más de 360.000 personas.
Según Acción contra el Hambre <http://www.achesp.org/>, el 26% de la
población centroamericana vive con menos de un dólar al día (unas 180
pesetas).  Para el director de esa ONG, Olivier Longué, "Guatemala y
Honduras son los países más afectados. Además, las mujeres,
especialmente las embarazadas, los niños y los ancianos son los más
vulnerables ante esta situación".  Según el experto, "el Día Mundial
de la Alimentación, que se celebra el próximo 16 de octubre, va a
convertirse en el día mundial del hambre, porque ésta ha avanzado en
todo el mundo. Así, el fracaso internacional en esta materia se
refleja en la reaparición del hambre en los países desarrollados,
donde afecta a 34 millones de personas".  Acción contra el hambre ha
iniciado una campaña de recogida de donativos con el fin de contribuir
a paliar la situación de emergencia que vive Centroamérica. AMDPress
Colombia
EEUU prepara estrategia antiterrorista para Colombia
En los próximos días Estados Unidos hará oficial una nueva "estrategia
antiterrorista" para Colombia y los demás países de la región andina,
para estrechar el cerco contra organizaciones como las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (Farc), el Ejército de Liberación Nacional
y las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
La estrategia se materializaría en un paquete de asistencia adicional
a la Iniciativa Regional Andina, un plan que contempla 730 millones de
dólares para enfrentar al narcotráfico en la región y que actualmente
se encuentra en trámite en el Congreso.
"Mi oficina está trabajando con las diferentes agencias del gobierno
para diseñar una estrategia antiterrorista para Colombia y otros
países andinos. Esta estrategia está diseñada para complementar el
Plan Colombia, que se aprobó el año pasado, y la Iniciativa Regional
Andina (IRA) que se discute este año", dijo el embajador Francis
Taylor, coordinador para asuntos de terrorismo del Departamento de
Estado.
El paquete de asistencia se convertirá en la primera acción directa de
E.U. para enfrentar el terrorismo en el Hemisferio Occidental tras los
atentados contra Washington y Nueva York.
El Tiempo, Bogotá

Ecuador

CONAIE: Construyendo el Estado Plurinacional

ALAI-AMLATINA, Quito (10/10/2001).-  Con un llamado a la unidad y la
condena a las políticas neoliberales, en la tarde del martes 9 de
octubre la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE) instaló formalmente el 1er Congreso de las Nacionalidades y
Pueblos Indígenas, con el cual aspira marcar un salto cualitativo en
su estructuración interna, en la perspectiva de seguir "Construyendo
el Estado Plurinacional", como reza el lema del evento.

Ignorados durante cinco siglos, los pueblos indígenas irrumpieron en
la escena pública ecuatoriana con el "levantamiento" que
protagonizaron en 1990.  A partir de
entonces, el movimiento indígena, paulatinamente, con otros
"levantamientos" de por medio, ha logrado convertirse en un importante
protagonista de la vida nacional, teniendo como referente a la CONAIE.
Organización cuya conformación hasta ahora se ha basado en un esquema
federativo de instancias provinciales -de acuerdo al ordenamiento
político vigente en el país-.  Pero este Congreso, precisamente, ha
sido convocado para redefinir tal modalidad en términos del
reconocimiento de nacionalidades y pueblos indígenas.

Se trata, por lo mismo, de un evento que se engarza con una
trayectoria, pero que a la vez es fundante.  Una ocasión para evaluar,
confrontar discrepancias y trazar líneas hacia adelante.  Habida
cuenta que hay tensiones internas pendientes, en el acto inaugural la
constante de quienes intervinieron fue reconocer que se impone
fortalecer la unidad de los pueblos indígenas y del conjunto del
pueblo.  Como también fue la unánime la condena a la orientación
neoliberal del gobierno del presidente Gustavo Noboa.

En suma, abundaron las críticas a la dolarización que coloca a Ecuador
en una condición de país neocolonizado; a las privatizaciones que no
sólo conllevan a la pérdida del patrimonio nacional sino a un perverso
incremento de la corrupción -siendo que Ecuador es el segundo país más
corrupto de la región-; a la deuda externa que se lleva cerca de la
mitad del PIB; al "fariseismo" de las élites que presionan para que el
Estado abandone sus responsabilidades sociales pero, al mismo tiempo,
le piden que pague las facturas que quedan de sus atracos, como es el
caso dramático del llamado "salvataje bancario"; a la falta total de
representatividad y legitimidad de los gobernantes
actuales -subordinados los intereses de los grandes monopolios
internacionales...  Y, en el plano internacional, no se hizo esperar
el rechazo a la violencia terrorista que sacudió a Estados Unidos el
pasado 11 de septiembre, al igual que a la que este país ha recurrido,
desde una lógica guerrerista, para vengarse de aquella, perdiendo todo
sentido de justicia.

El próximo 12 de octubre, cuando concluye este evento, se podrá saber
cual es finalmente el futuro trazado para este movimiento que, hoy por
hoy, es el más importante en este país andino.

Servicio Informativo "Alai-amlatina"
Agencia Latinoamericana de Información
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URL:http://alainet.org


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Nettime-lat mailing list
Nettime-lat@nettime.org
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