Grano de Arena on Wed, 11 Dec 2002 09:36:09 +0100 (CET) |
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[nettime-lat] [attac-informativo] INFORMATIVO 169 - EL PRECIO DEL CONOCIMIENTO |
EL GRANO DE ARENA Correo de información ATTAC n°169 Lunes, 09/12/2002 ______________________________ Suscriptores: 10 063 Gracias por hacer circular y difundir esta información. Para suscribirse o desuscribirse http://attac.org/indexes/ Este correo informativo ha sido elaborado por el equipo de colaboradores espontáneos de "El Grano de Arena". informativo@attac.org RTF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo169.zip PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo169.pdf ____________________________________________________________ En este número 1.- El precio del conocimiento: El derecho al conocimiento frente al actual sistema de propiedad intelectual. "Los derechos de propiedad intelectual no son más que protección del control que garantiza a las megacorporaciones el derecho a cobrar precio monopólicos" 2.- Todo palabras, nada sustancial: no parece que haya perspectivas de que Occidente vaya cumplir las promesas de Doha. Parece mucho más inclinado a forzar a los países pobres para que liberalicen sus balbucientes sectores servicios que a reducir los subsidios agrícolas, rebajar los aranceles sobre bienes manufacturados producidos con mano de obra intensiva y aflojar el dogal de las grandes compañías farmacéuticas sobre la disponibilidad de medicamentos a bajo costo. 3.- La nueva edad de piedra: La "guerra global" permite borrar toda distinción: la distinción entre rebeldes y terroristas, entre disidentes y criminales, la distinción entre legalidad y legitimidad, entre seguridad y libertad, entre guerra y paz, entre civiles y militares, entre seguridad interior y exterior, etc. Pero resulta que esta flotación, esta indistinción de las categorías jurídicas es precisamente lo que hasta el siglo XX se llamaba "barbarie" y desde entonces se llama "totalitarismo". 4.- Recuperar la democracia: la democracia no se reduce al momento de emitir el voto, es decir, no se trata de una especie de cheque en blanco para que hagan con uno lo que quieran. El Presupuesto Participativo plantea la posibilidad de debatir públicamente todos los años cuáles son las prioridades que la población tiene. 5. Argentina: la Autogestión revive empresas arruinadas: Los rubros son variados: fábricas de alimentos, metalúrgicas, químicas, de repuestos de automóviles, de transporte o imprentas. En muy pocos casos el personal jerárquico se suma al proyecto. Por lo común, la administración queda en manos de operarios que, tras una fase inicial muy crítica, van recuperando ventas y clientes. 6. El futuro de Dios en nuestra sociedad: El mercado es hoy un dios monoteísta que tiene todas las características de un sistema de creencias que sustenta un ser trascendente. 7. Noticias de ATTAC Uruguay - El pequeño hermano informa: En síntesis una enorme efervescencia que dejó a todos con las pilas cargadas, mucho optimismo y la certeza de que OTRO MUNDO, Y OTRO URUGUAY SON POSIBLES y que los estamos construyendo. ______________________________ 1. El precio del conocimiento ____________________________________________________________ Xavier Caño Tamayo* Casper Gutman es un gangster de modales exquisitos y palabra culta (un personaje de "El halcón maltés", de Dashiell Hammet), dispuesto al asesinato para conseguir una valiosísima figura de oro y piedras preciosas. Cuando se le pregunta qué derecho de propiedad tiene sobre esa joya responde: "Un objeto de tal valor pertenece indudablemente a quien lo consiga". Ésta parece ser la filosofía del actual sistema de patentes: el conocimiento, para quien se apropie de él. De ahí surge la nefasta concepción de la propiedad intelectual (las patentes), celosamente defendida por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según Noam Chomsky, "los derechos de propiedad intelectual no son más que protección del control que garantiza a las megacorporaciones el derecho a cobrar precio monopólicos". Denuncia también a las corporaciones que se empeñan en patentar productos porque -dicen- los descubrieron, olvidando que partieron de conocimientos y hallazgos de biología y ciencia, conseguidos con dinero público en instituciones públicas. Hay patentes desde hace siglos, pero en los ochenta, los países ricos se pusieron nerviosos porque Estados asiáticos se convirtieron en competidores: eran capaces de imitar lo que hacían pero lo vendían más barato. Entonces el norte echó mano de la OMC para que estableciera algún sistema que volviera las aguas a su cauce y se inventaron los "trips" (derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio), una forma de frenar a los países en desarrollo del sudeste asiático y de perjudicar a los países pobres. Los ciudadanos tuvieron conocimiento de la voracidad y miseria moral de los países del norte en asunto de patentes con el conflicto entre medicamentos y genéricos (más baratos) para emergencias sanitarias. Suiza, Canadá, EEUU, Australia y Japón se opusieron a que la OMC autorizara el uso de medicamentos genéricos para combatir el sida, porque los derechos de patentes de las farmacéuticas estaban vigentes (¡durante 20 años!). Intermon Oxfam denunció que los países ricos continuaban defendiendo los beneficios de la gran industria contra el derecho a la salud de los más pobres. Una fuerte presión internacional hizo que se llegara a un acuerdo de fabricación de genéricos sin pagar derechos de patente, aunque con condiciones ambiguas. Esta muestra de codicia se dio en un mundo en el que mueren cada año diecisiete millones de personas por no poder conseguir medicamentos, según Médicos Sin Fronteras y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Infecciones respiratorias, malaria, sida, tuberculosis y enfermedades sexuales diezman a los países pobres porque los fármacos tienen precio prohibitivo. En Europa, el tratamiento de una neumonía con antibióticos equivale a dos o tres horas de salario, pero en África representa el sueldo mensual. Un tercio de la población mundial no tiene acceso a los fármacos. Las macroempresas farmacéuticas dicen que el sistema actual de patentes garantiza financiar la investigación, pero, según la OMS, sólo dedican el 0,1% de los fondos de investigación a buscar algún producto contra la malaria, por ejemplo. La malaria es desconocida en los países ricos, pero hay 500 millones de casos en el mundo y causa el 3% de muertes en países pobres. Por otra parte, los grandes laboratorios solo producen un 1% de fármacos para enfermedades tropicales y apenas se dedica 10% del gasto mundial de investigación en el 90% de los problemas sanitarios mundiales, como denuncia el Foro Global para la Investigación de la Salud. La intransigente y voraz propiedad intelectual custodiada por la OMC no atañe solo a los medicamentos; también a los recursos naturales: plantas, animales y microorganismos están en el punto de mira de corporaciones transnacionales y, al tiempo que niegan fármacos parapetados tras las patentes, saquean los países pobres, ricos en recursos naturales: envían a sus ejecutivos-exploradores a averiguar qué plantas, semillas o microorganismos de países pobres pueden proporcionar grandes beneficios. Cees J. Hamelinck, profesor de la Universidad de Ámsterdam, denuncia que "en varios países pobres se saca partido del conocimiento local para fabricar medicamentos muy rentables, sin el consentimiento informado de los habitantes del lugar". Ya es hora de reclamar los derechos de los habitantes de una zona sobre los recursos naturales de ese territorio; no son "partes interesadas" con los que firmar contratos leoninos, sino titulares de los derechos sobre sus tierras. En el Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, celebrado en Holanda, se ha proclamado que 600 millones de indígenas, y no los Estados, son los dueños de los recursos genéticos extraídos de plantas y animales de sus territorios." No somos inquilinos. Es nuestra tierra". El naturalista español Joaquín Arriola ha denunciado que "el dominio de las patentes por países del norte es uno de los factores que dificultan la industrialización de países del sur" y Cees Hamelinck escribe en el "Unrisd news" de la ONU que "cada vez existen más pruebas de que las cláusulas de la OMC sobre propiedad intelectual constituyen un obstáculo para la generación de conocimiento de las sociedades en desarrollo y favorecen el saqueo de los recursos del sur." La transferencia de tecnología no perjudicial para el medio ambiente es fundamental para que el sur salga del subdesarrollo y ahuyente la pobreza. El actual sistema de patentes es un impedimento insalvable para ello. El derecho al conocimiento es demasiado esencial para los seres humanos como para permitir que dependa de poderes económicos e intereses comerciales. Por eso, el informe del PNUD de 1999 presentó el conocimiento como nuevo patrimonio de la humanidad y base imprescindible de posibilidad de desarrollo. Lo que nos lleva de la mano a negar el actual sistema de propiedad intelectual. *Escritor y periodista xavicata@wanadoo.es Agencia de Información Solidaria ______________________________ 2. Todo palabras, nada sustancial ____________________________________________________________ Larry Elliot El cheque está en el correo. Es la mentira más vieja del mundo y fue dicha con rostro impasible por los sedosos negociadores de Bruselas y Washington cuando embaucaron al mundo en desarrollo para el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones comerciales en la conferencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC) del año pasado en Doha. Después de los violentos enfrentamientos que rodearon la reunión de la OMC en 1999 en Seattle y los ataques del 11 de septiembre, un acuerdo que comenzase a incrementar el alcance de los mercados globales a través de la OMC era visto como un viril símbolo de multilateralismo. Por tanto, como un millonario sorprendido engañando a su esposa, Occidente suplicó el perdón. Si, dijeron norteamericanos y europeos, os hemos tratado a patadas, pero dadnos una oportunidad más porque esta vez, honradamente, será diferente. Los países pobres sospechaban de todo esto. No obstante, al final, fueron seducidos por las promesas de eliminar las subvenciones a los agricultores, de facilitar que los bienes del mundo en desarrollo penetrasen en los mercados de los países ricos y de asegurar la precedencia de la salud sobre las reclamaciones de los titulares de patentes. Bien, todo esto fue hace un año. Como era previsible, la realidad no ha estado a la altura de la retórica. La conducta de Occidente no ha cambiado ni un ápice. En realidad esto es falso, ha cambiado... a peor. Aún no se había secado la tinta en la Declaración de Doha cuando comenzó la retractación. La ley de granjas de George Bush y el sórdido acuerdo amañado para perpetuar la Política Agrícola Común han mostrado que la política clientelista cuenta más que las necesidades de desarrollo de los países pobres. Los Estados Unidos han reforzado la protección de su industria siderúrgica y los peces gordos de la industria farmacéutica han estado presionando duro para defender el sistema que protege los derechos de propiedad intelectual occidentales. Las subvenciones al algodón estadounidense, que alcanzan los 4.000 millones de dólares anuales, han reducido el precio mundial en un 25%, perjudicando a los productores de África Occidental. Burkina Faso y Mali pierden más por las políticas comerciales norteamericanas que lo que reciben en ayuda y condonación de la deuda combinadas. No obstante, la duplicidad de Occidente tiene un coste: las negociaciones tienen problemas. Los sentimientos en la sede de la OMC se han agriado por la suficiencia de la Unión Europea y los Estados Unidos, tanto que los negociadores de Bruselas y Washington se dan cuenta de que sus propios objetivos, forzar la apertura de nuevos mercados para sus multinacionales, están en peligro. Un grupo de élite de ministros de comercio se reunió en Sydney la semana pasada para evaluar los progresos hechos desde Doha y para marcar el rumbo de la reunión de los 145 miembros de la OMC en Cancún el próximo septiembre. Se habló de asegurar que los países en desarrollo reciban fármacos baratos para afrontar el VIH/SIDA, la malaria y la tuberculosis, pero esto fue un evidente apaño a corto plazo para prevenir una crisis. ¿Cuáles son las consecuencias de todo esto? En primer lugar, si es cierto que la apertura de los mercados es la llave de un desarrollo más rápido para los países más pobres del mundo, la conducta de Occidente es, a la vez, perjudicial y nauseabundamente hipócrita. En segundo lugar, ello sugiere que todas las apasionadas declaraciones en Doha sobre la necesidad de que la OMC enviase un mensaje a los terroristas sobre la integridad del sistema multilateral fueron simples tonterías. Los países ricos demuestran ser malos defensores del multilateralismo y si continúan comportándose con tal cinismo, el sistema de comercio global se desintegrará. Con todos sus fallos, la OMC ofrece una mejor esperanza al mundo desarrollado que un sistema en el que se imponen acuerdos bilaterales entre fuertes y débiles. En tercer lugar, los votantes occidentales deben ser conscientes de las consecuencias de someterse a poderosos grupos de interés. El grueso de las subvenciones agrícolas van a los grandes productores de cebada y enormes agribussiness en Europa y los Estados Unidos. No obstante, de una curiosa forma, el egoísmo de Occidente se puede convertir en un desarrollo positivo. ¿Por qué? Porque es enormemente claro que el modo de funcionar del comercio internacional no tiene nada que ver con los manuales de teoría económica. Occidente habla de libre comercio pero su enfoque puede ser resumido en cuatro palabras: tu liberalizas, nosotros subvencionamos. Los países en desarrollo deberían tomar buena nota de ello. La historia muestra que los Estados Unidos no se industrializaron rápidamente en la segunda mitad del siglo XIX abriendo de par en par sus mercados. Lejos de ello, había un arancel de 40% sobre los bienes manufacturados importados. Alemania, Japón, Taiwan y Corea del Sur adoptaron todos el mismo enfoque sobre la liberalización, con fuerte intervención estatal para construir un poder industrial en mercados domésticos bien protegidos. Hoy no parece que haya perspectivas de que Occidente vaya cumplir las promesas de Doha. Parece mucho más inclinado a forzar a los países pobres para que liberalicen sus balbucientes sectores servicios que a reducir los subsidios agrícolas, rebajar los aranceles sobre bienes manufacturados producidos con mano de obra intensiva y aflojar el dogal de las grandes compañías farmacéuticas sobre la disponibilidad de medicamentos a bajo coste. Los países pobres deberían de tener cuidado en volver a dejarse seducir por la charla de cama de Occidente. El mundo en desarrollo debería recordar la segunda mentira más vieja del mundo: "Te seguiré respetando por la mañana". ______________________________ 3. La nueva edad de piedra ____________________________________________________________ Santiago Alba (Intervención en el Encuentro Internacional contra la Guerra, Madrid 16 y 17 noviembre 2002) El pasado 26 de octubre uno de los periodistas de la ANSA desplazados a Moscú respondía a la pregunta acerca de las consecuencias que podía acarrear para el prestigio de Putin el asalto de las fuerzas especiales rusas al teatro tomado por un comando checheno. "Es no sólo un triunfo de Putin sino un triunfo de la civilización. Nuestra civilización ha triunfado sobre esos fanáticos que quieren cortar manos en todas las plazas de Europa". El mismo día el diario ABC editorializaba en la misma dirección, hablando de "nuestra superior civilización" que nunca ha atacado ni atacará al Islam, pero que "tiene que defenderse de él por todos los medios". Hace unos días, Oriana Fallaci nos propinaba uno de sus artículos para utilizar el mismo argumento, esta vez contra los participantes en el Foro Social Europeo, un montón de bárbaros ignorantes, incultos y naturalmente violentos, cómplices de los crímenes de Sadam y sumisos a las órdenes de Ben Laden, que habrían acudido a Florencia, como las hordas de Alarico, a destruir las más altas cimas artísticas de nuestra civilización superior. He escogido algunas citas recientes, pero el muestrario podría prolongarse hasta el infinito. Este es el tono desde el 11 de septiembre. ¿Qué ha ocurrido, qué ha tenido que ocurrir para que un mal chiste racista, un cliché del siglo diecinueve, el exabrupto de un taxista rezongón se conviertan en criterios generales de explicación voceados, difundidos y repetidos por todos los medios de comunicación, al menos de este lado del mundo? Y, sobre todo, cuando ocurre esto, ¿qué va a ocurrir? El 11 de septiembre del 2001 ocurrieron dos cosas. Una muy grave: un salvaje atentado criminal derribó dos edificios y mató a 3000 personas inocentes. La otra mucho más grave, gravísima, terrible, casi apocalíptica: EEUU y en su estela, por interés o sumisión, la mayor parte de los gobiernos de la tierra, con sus políticos, sus expertos, sus periodistas y sus intelectuales decidieron derribar las condiciones mismas en las que es posible distinguir la culpabilidad de la inocencia; decidieron destruir las condiciones formales de todo acuerdo, entendimiento y seguridad recíproca; decidieron destruir el Derecho internacional, las Naciones Unidas, las Convenciones de derechos humanos, los marcos constitucionales de los Estados, todas las garantías formales que han protegido mínimamente a los hombres en un planeta gobernado de hecho por otras fuerzas. En todo caso, no fue en respuesta a los atentados, no. "Cuando la rama está a punto de romperse", escribió Brecht, "todo el mundo se pone a inventar sierras". Esa es la lógica del capitalismo, y más en su versión ultraliberal e imperialista. Si la salud del planeta y de los hombres no es compatible con el capitalismo, suprimamos la salud del planeta y de los hombres; si una buena alimentación para todos no es compatible con el capitalismo generalicemos el hambre; si la educación y el bienestar para todos no es compatible con el capitalismo, suprimamos la educación y el bienestar; si la justicia no es compatible con el capitalismo, suprimamos la justicia; y si la democracia está a punto de quebrarse, porque también es incompatible con el capitalismo y los hombres empiezan a tomar conciencia de ello un poco en todas partes, entonces hay que inventar alguna forma de totalitarismo. Eso es lo que ocurrió el 11-S: el mundo ha empezado a deslizarse muy de prisa de la ciudadanía a la civilización, de la política a la policía, del Derecho al estado de excepción. Acontecimiento que viene marcado por una triple y perversa liberación: - La liberación por la cual el lenguaje se ha desprendido de esas restricciones trabajosamente adquiridas durante siglos que llamamos razones. De esas restricciones la humanidad se ha liberado varias veces antes y siempre con las consecuencias de todos conocidas; una de forma tristemente notoria en los años treinta del siglo pasado en nuestra Europa hipercivilizada. Hay cosas que es mejor no pensar y que, si se piensan, es mejor no decir y que, si se dicen, es mejor que las diga un chiste. Cuando el chiste lo hace el político o el periodista, es que ha ocurrido ya algo muy grave y que algo mucho más grave va a pasar. Entre otras cosas graves, ocurre que ya no se pueden hacer chistes. - La liberación por la cual los gobiernos, los dirigentes políticos y las instituciones del Estado se desprenden de las "ataduras" de la Ley. - La liberación por la cual una economía en crisis, estructuralmente inmoral, se desprende a su vez del engorro llamado democracia (a través de instituciones financieras supranacionales, como el FMI o la OMC, o de acuerdos y tratados no sujetos a control electoral: el ALCA, el GATT, el Plan Colombia, etc.). Es verdad que durante los cincuenta años de soberanía trampeada y saboteada de la ONU se han producido decenas de sangrientos conflictos, violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra. Pero hay una diferencia fundamental: como nos recuerda Edward Said en un reciente artículo, ahora la guerra "no sólo se practica sino que se teoriza sobre ella". Sobre la guerra sólo se puede teorizar en ciertas condiciones. Se teorizó mucho en los años diez del siglo XX y en los años treinta. Se empieza teorizando sobre la guerra y se acaba siempre legislando a su medida. Y lo verdaderamente grave no ocurre cuando estalla una bomba o salta en pedazos una aldea; lo más grave no es que miles de niños mueran de hambre y miles de personas tiroteadas y miles de prisioneros torturados contra la razón y la ley. Las cosas pueden ser aún peores. Lo verdaderamente grave ocurre cuando miles de niños mueren de hambre y miles de personas tiroteadas y miles de prisioneros torturados en nombre de la razón y con el apoyo de la ley. Porque entonces, entre otras consecuencias, la gente se vuelve tan loca que el número de las víctimas se multiplica aterradoramente. Lo verdaderamente grave ocurre cuando cien pacíficos congresistas aprueban desde sus asientos la ley que concede nuevos gastos militares o la que instituye tribunales militares secretos o nuevos Ministerios de Seguridad Interna o redes de soplones o ilegaliza partidos o promulga expedientes de registro y vigilancia de extranjeros o sistemas de censura y control de las comunicaciones, etc. Lo verdaderamente grave ocurre cuando veinte sesudos expertos de un gobierno, en un documento titulado de Seguridad Nacional, teorizan sobre "el internacionalismo americano" y ponen, como hiciera Disraeli con los ingleses en el siglo XIX, los derechos de los americanos por encima de los derechos humanos (en una doctrina que recuerda mucho al Fichte de los Discursos a la Nación Alemana, tan apreciados por los nazis). Guerra y democracia son incompatibles, y por eso la resistencia contra la guerra es la resistencia de la democracia, amenazada desde el 11-S por todas las leyes de excepción que, desde EEUU a la India, desde España al Perú, desde la República Checa a Colombia, hacen retroceder los márgenes de libertad de los ciudadanos y sus medios de protección frente a la arbitrariedad y el despotismo. La idea de "guerra global" se ajusta perfectamente a la necesidad de acabar globalmente con la democracia, de establecer una dictadura global. Como tratan de sugerir las citas del corresponsal en Moscú, del ABC y de la Fallaci, ya no hay conflictos locales ni pueblos perseguidos ni malas políticas que pasan factura ni historia de nuestra propia barbarie ni sórdidos intereses económicos: sólo hay nuestra virginal civilización superior contra su violencia gratuita, metafísica, emanada directamente del cogollo del Mal; y este su incluye ya a casi todos, nos incluye a todos nosotros; este "su" somos nosotros, aquí sentados, somos virtualmente todos los que nos oponemos a que a la rama ya casi quebrada le pasen por encima además la sierra. La "guerra global" tiene muchas ventajas. En un mundo sin política, en el que el enémigo es literalmente el Diablo, no hay negociación, no hay nada que negociar, como ha demostrado muy bien Putin siguiendo a rajatabla las enseñanzas de Bush. En un mundo en el que el enemigo está en todas partes, difuso como un herpes, con metástasis cancerosas en todos los países, incrustado bajo las formas más variadas en los respiraderos, se puede golpear en todas partes, en todas direcciones, contra todas los focos de resistencia. En nombre de la Seguridad y de la lucha contra el terrorismo, se puede desmantelar en cada uno de los países del planeta todo el frágil entramado de valores y garantías jurídicas, conquistas de dos siglos, que no impedían que el mundo fuese malo, pero sí que fuese el peor. La "guerra global" permite borrar toda distinción: la distinción entre rebeldes y terroristas, entre disidentes y criminales, la distinción entre legalidad y legitimidad, entre seguridad y libertad, entre guerra y paz, entre civiles y militares, entre seguridad interior y exterior, etc. Pero resulta que esta flotación, esta indistinción de las categorías jurídicas es precisamente lo que hasta el siglo XX se llamaba "barbarie" y desde entonces se llama "totalitarismo". El propio delirio publicitado de los que convierten el chiste racista y el cliché decimonónico en la nueva norma ideológica del siglo XXI nos sirve, sin embargo, para medir toda la brutalidad, toda la inmoralidad y toda la injusticia del mal llamado Nuevo Orden Mundial. ¿No hay nada en común entre Ben Laden y José Bové? ¿Entre los centros sociales italianos y Hamas? ¿Entre los movimientos anti-normalización jordanos y Abu Sayef? ¿Entre Castro y Sadam Hussein? ¿Entre los militantes antiglobalización y los talibán? ¿Entre las organizaciones de derechos humanos y el comando checheno del teatro de Moscú? ¿Entre un okupa y Mohamed Atta? Si Bush, Sharon, Aznar, Berlusconi y la Falaci los tratan a todos por igual es que hay algo en común entre todos ellos, aunque no, naturalmente, lo que sostienen en voz alta. Lo hay. Todos ellos constituyen obstáculos, nudos de la madera, puntos de resistencia, en el proceso de reconfiguración del orden socio-económico planetario. Pero, ¿qué podemos pensar de este orden? ¿Nos gustará? Un orden que no distingue entre un defensor de los derechos humanos y un lanzar aviones comerciales contra el centro de Nueva York, porque ambos le estorban por igual; un orden al que estorban por igual Chomsky y Ben Laden, un okupa idealista de Valencia y un "muyahid" talibán, es un orden que cualquier persona con sentido común y con entrañas, no importa su posición política ni su filiación ideológica, tiene que rechazar. Pero, ¿es todo esto tan nuevo? El ataque preventivo, la doctrina de la seguridad, la intervención "humanitaria", el unilateralismo, la sustitución de categorías jurídicas por categorías metafísicas, ¿constituyen una novedad "post-moderna" en nuestro mundo? En el año 171 a.de C., nos cuenta Tito Livio, el rey Perseo mandó embajadores para preguntar al Senado romano "qué razones tenían los romanos para trasladar tropas a Grecia o para ocupar sus ciudades". Los senadores despacharon al mensajero diciéndole que los romanos "lo hacían por razones de seguridad de las propias ciudades". ¿Nos resulta familiar? La intervención "humanitaria" de las legiones romanas en Macedonia se hizo en nombre de la libertad de los griegos, amenazados por el despotismo del rey Perseo, hombre cruel, arbitrario y tiránico. ¿No nos suena de algo? El rechazo de una "mayoría" a esta invasión Tito Livio la atribuye a la "ignorancia" de las masas, a su fascinación natural por las monarquías, al soborno y a la maldad. ¿Es la primera vez que lo oímos? Estaríamos tentados de asimilar el "nuevo" orden mundial al imperio romano, como algunos analistas han hecho ya, si no fuese porque el imperio romano, al menos en sus comienzos, era mucho más "garantista". Reconocía, en efecto, dos fuentes de derecho: el Derecho de Conquista y el Derecho de Gentes. En virtud de este último, por ejemplo, en el año 173 a. de C. el Senado romano impuso una multa al cónsul Marco Popilio, obligándole además a restituir la libertad y los bienes a los vencidos, por haber vendido a diez mil prisioneros lígures que se habían rendido sin condiciones. Nadie ha juzgado a EEUU por la matanza de Mazar-a-Sharif ni por la masacre de prisioneros afganos -¿tres mil?- asesinados en contenedores durante su traslado a cárceles del norte del país. EEUU no reconoce ya más derecho que el Derecho de Conquista. La presunta "novedad" post-moderna, a la luz de la cual tantos analistas han interpretado las secuelas del 11-S, es sólo una majadería etnocentrista. Sólo los occidentales, cuyas conciencias están configuradas a la medida de la permanente y acelerada renovación de las mercancías, prisioneros además de la ilusión de un "progreso" infinito, son incapaces de concebir la idea de un "retroceso". En los países del llamado Tercer Mundo, que han hecho sólo progresos milimétricos en el último siglo y que, en relación con las potencialidades científicas y tecnológicas de la época, han experimentado retrocesos infinitos, el 11-S y sus secuelas resultan muy familiares. No hay nada nuevo aquí. Personalmente, lo que me parece terrible de todo esto no es su novedad sino su espantosa antigüedad, su terrorífico primitivismo. En un año hemos retrocedido mucho más atrás de la República romana, hasta la Edad Media. O incluso hasta la Edad de Piedra. Somos "primitivos", sí, pero en un contexto tecnológico "postmoderno" y ésta es sin duda una de las razones por las que el sentido común, más allá de la militancia política, debe oponerse a la invasión de Irak y a todas las que vendrán después. Algunas ONGs han calculado en estos días el número de víctimas, la mayor parte civiles, que acarreará la intervención estadounidense en Medio Oriente: cuatro millones si se emplean armas nucleares, sólo quinientos mil si se renuncia a ellas. Esta sola especulación, ¿no basta para medir todo el horror de la Nueva Edad de Piedra? ¿Y no entraña ya un cierto fatalismo? Somos "primitivos", sí, pero con los recuerdos también de todos los diminutos progresos, al menos virtuales, que la Humanidad ha hecho en los últimos siglos. De esos "recuerdos" tiene que alimentarse también nuestra resistencia. Tito Livio, después de enumerar todos los presuntos motivos de que los griegos prefiriesen un rey despótico a un orden justo y liberal como el romano; después de citar la ignorancia, la maldad, el soborno y la versatilidad de carácter, añade otro al final de una larga frase, como si fuese el más inverosimil o el menos digno de consideración: los griegos quizás también rechazaban la invasión, por más increíble que parezca, porque "no querían estar a merced de los romanos". Aparte de la forma Imperio, hay otras muchas de someter a los hombres y todas son malas; pero estos "recuerdos" históricos de un grado mayor de razón y de justicia, nos deben "recordar" que Imperio y democracia, Imperio y justicia, Imperio y libertad, como bien sabía ya Pericles, son incompatibles. Esto tenemos en común los defensores de la paz y de los derechos humanos - tal y como han visto Bush, Sharon, Aznar y la Fallaci - con esos otros fanáticos con los que tampoco queremos tener nada que ver y a los que también hay que combatir: que no aceptamos estar a merced de los estadounidenses ni de su imperio global capitalista. Porque ese Imperio es ya casi incompatible con el mundo. Ya no podemos imaginar cosas peores. Pero pueden ocurrir cosas peores. No tenemos imaginación suficiente. Pero quizás en estos momentos ya no se trata de tener imaginación sino de tener -sencillamente- coraje. ______________________________ 4. Recuperar la democracia ____________________________________________________________ Entrevista al catedrático de economía y dirigente sindical argentino Claudio Lozano Patricia Vera Camacho Bonn (ALASEI), Noviembre 2002 - En la asamblea anual de ERLASSJAHR.DE, segmento alemán del movimiento mundial por una condonación de las deudas externas para posibilitar el desarrollo de los países de África, América Latina y Asia, el principal conferencista extranjero fue Claudio Lozano, Profesor de economía de la Universidad de Buenos Aires y dirigente sindical (CTA). A continuación de su conferencia respondió a las preguntas de Patricia Vera Camacho, de la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información (ALASEI). Pregunta: En Bonn, usted se pronunció sobre "Argentina: el primer caso de crisis por endeudamiento del siglo XXI". ¿Cuál de sus frases desea que volviera como eco a la Argentina ? Respuesta: Que será un error que, en las políticas de economía interna, Argentina continúe la política financiera basada en las declaraciones e instrucciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Tiene que haber un replanteo de la política económica en términos de relación con los que tienen asociado su ciclo económico a la deuda. Hay que replantear tanto las políticas de economía, como la deuda misma. P.: Como ven los intelectuales de su país, y usted mismo, el proceso de globalización del mercado latinoamericano, en concreto el ALCA y los demás tratados de comercio bilaterales, con los que Estados Unidos busca consolidar su esfera de intereses económicos y políticos en nuestro continente? R.: El caso ALCA sería la "coronación" del proceso iniciado en 1976: colocar en un marco supranacional, de modo irreversible, el proceso neoliberal. El proyecto ALCA no es un tratado de libre comercio, sino el aseguramiento del capital americano en América Latina y el endeudamiento de los Estados firmantes. Los países latinoamericanos trabajarían por bajar los impuestos con el fin de facilitar el acceso de capital externo, y ello les atraería perjuicios en su economía. En el caso de Argentina, el ALCA tendría efectos catastróficos, ya que la relación con Europa , uno de los protagonistas principales en nuestra economía, sería deteriorada, y habría grandes pérdidas de inversión productiva, y el país quedaría limitado a la producción agraria. En América Latina, ha surgido una crisis del sistema neoliberal: como ejemplo nombraría la elección de Luiz Inácio "Lula" da Silva como Presidente en Brasil; los problemas que tienen los Estados Unidos para desestabilizar el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela; así como los primeros resultados de las elecciones presidenciales en Ecuador. Con ello podemos ver los límites del ALCA. Cabe destacar que Argentina ha hecho un papel muy negativo, como seguidor de las políticas neoliberales de los Estados Unidos. Esa conducta debe ser modificada, pues Argentina es un punto estratégico para Washington. Ellos buscan desestabilizar el MERCOSUR, en un momento en que la región se mueve en contra del neoliberalismo. P.: Porto Alegre, Brasil, fue galardonado por la ONU, como "Capital de la democracia". Ahí gobierna el Partido dos trabalhadores (PT), el partido de Lula. Cree usted que el modelo del Presupuesto Participativo (municipal) sería una alternativa social y política de participación ciudadana transferible a los municipios en Argentina? R.: En las propuestas que solemos formular, siempre hemos incluido la experiencia del Presupuesto Participativo, a tomar en cuenta como muy importante. Básicamente porque creemos que ha sido capaz de plantear a la ciudadanía, en un momento donde no había muchos paradigmas nuevos en materia de discusión política y teórica, un debate a fondo al planteo neoliberal. En primer lugar, porque el Presupuesto Participativo lo que demuestra es que la idea de economía que presenta el neoliberalismo, es una idea que puede ser discutida si la sociedad se organiza. Es decir, el neoliberalismo presenta la economía como si fuera una ciencia natural, sujeta a leyes frente a las cuales nada puede hacerse, y en realidad eso que presentan como leyes no es otra cosa más que la materialización en el terreno económico del poder del que disponen sus agentes más importantes. Por lo tanto, el Presupuesto Participativo, en tanto promueve la organización de la comunidad a nivel municipal, muestra en el terreno de los recursos públicos que hay posibilidad de modificar la distribución cuando la sociedad se organiza. Rompe con la concepción de la economía corno no modificable. En segundo lugar, también modifica el debate sobre la cuestión del Estado, porque en el. debate tramposo entre la crisis del Estado de bienestar y la pretendida reducción de las áreas de actividades del Estado, que plantea el neolíberalismo, en realidad el Presupuesto Participativo hace evidente que hay una idea de lo público que incorpora un área de economía social, de propiedad social y de participación social para construir una política estatal, donde la propiedad social es un área de economía pública. Entonces plantea un debate respecto a la discusión Estado-vs-Mercado sobre bases totalmente diferentes. Y por último plantea también una discusión sobre los conceptos de la democracia. Rompe con la idea de que la democracia se reduce al momento de emitir el voto, es decir, plantearla como una especie de cheque en blanco para que hagan con uno lo que quieran. En realidad, lo que plantea el Presupuesto Participativo es la posibilidad de debatir públicamente todos los años cuáles son las prioridades que la población tiene. O sea que, para nosotros, mas allá de la importancia fundamental que tiene la experiencia en sí, el Presupuesto Participativo tiene el mérito de haber alumbrado, además de la misma experiencia, una discusión muy profunda sobre temas que hacen posible construir una sociedad diferente. Es decir, mediante esta experiencia recuperamos nuestro futuro como ciudadanos. Recuperamos la democracia. ? 2002 Todos los derechos reservados por ALASEl - Bonn. ______________________________ 5. Argentina: la Autogestión revive empresas arruinadas ____________________________________________________________ Marcela Valente (IPS) Casi 150 cooperativas que agrupan a más de 10.000 trabajadores de Argentina se han hecho cargo de administrar empresas quebradas por el colapso económico, y en muchos casos abandonadas por sus propietarios. Los protagonistas de este nuevo fenómeno de autogestión reclaman al Estado que les garantice el capital de trabajo indispensable para sostener el crecimiento de estos emprendimientos. La historia se repite casi sin variantes en todos los casos. Los empresarios en crisis dejan de pagar salarios por varios meses, declaran en quiebra sus negocios o abandonan repentinamente el país sin honrar sus compromisos. El personal de esas firmas, sin dinero y con deudas salariales por cobrar, se hace cargo de la compañía y obtiene el aval de la justicia para organizarse bajo la forma jurídica de una cooperativa de producción. El fenómeno se multiplicó con la depresión económica que Argentina padece desde fines de 1998. A partir de entonces, cada mes se suman nuevas empresas. El proceso tomó tal grado que apareció el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), del que participan 70 cooperativas, mientras otras 80 están a punto de sumarse a la organización. Los rubros son variados: fábricas de alimentos, metalúrgicas, químicas, de repuestos de automóviles, de transporte o imprentas. En muy pocos casos el personal jerárquico se suma al proyecto. Por lo común, la administración queda en manos de operarios que, tras una fase inicial muy crítica, van recuperando ventas y clientes. Hasta ahora ningún emprendimiento fracasó, aunque algunos son más exitosos y otros apenas permiten a sus integrantes ingresos de subsistencia, relató a IPS Eduardo Murúa, gerente de producción de la Industria Metalúrgica Plástica Argentina (IMPA) y dirigente del MNER. Estas experiencias afrontan problemas de iliquidez y no pueden acceder a préstamos. "Como no tenemos la propiedad definitiva de las empresas, no somos sujetos de crédito. Si tuvieramos apoyo podríamos incorporar más empleados", aseguró Murúa. El sector reclama hace casi un año a las autoridades que establezcan un fondo fiduciario al que puedan recurrir como capital de trabajo. Según cifras oficiales, el desempleo alcanza a 21,4 por ciento de la población económicamente activa, pero un porcentaje similar de personas están subempleadas, y muchos desocupados ya no buscan trabajo, ganados por el desaliento. La metalúrgica IMPA revivió como cooperativa en 1998. Sólo 40 cooperativistas subsistían por entonces retirando cinco pesos por día, equivalentes a 1,4 dólares, según el cambio actual. Paulatinamente, los salarios fueron subiendo. Ahora, 147 trabajadores perciben un ingreso mensual de 271 dólares. "Ganamos todos igual, salvo por la diferencia de las horas extra de cada uno", aclaró Murúa. IMPA resultó beneficiada con la devaluación de la moneda argentina frente al dólar, de 70 por ciento desde enero, la sustitución de importaciones, el congelamiento de tarifas de servicios públicos y la reducción de los costos financieros. "Antes dábamos plazos (de pago) de hasta 120 días que nos costaban caros, ahora eso ya no existe", explicó Murúa. En su opinión, la fábrica podría ofrecer más puestos de trabajo con mejores salarios si el gobierno contara con una política para crear y sostener las fuentes genuinas de empleo. De momento, el gobierno de la oriental provincia de Buenos Aires prometió incluir en el presupuesto del año próximo una partida equivalente a casi nueve millones de dólares para destinar al fondo fiduciario. Por su parte, las autoridades del distrito capitalino de Buenos Aires, autorizaron la expropiación de dos fábricas en proceso de liquidación. Los trabajadores de ambas empresas, una imprenta y una fábrica de productos para heladerías, abandonadas por sus propietarios, se organizaron para mantenerlas en funcionamiento. La medida expropiatoria es temporal para los edificios y definitiva para la maquinaria y bienes de producción. Manuel Ruiz, integrante de la cooperativa de productos para helados, explicó a IPS que la expropiación de las máquinas fue a cuenta de los salarios adeudados por la empresa. "Somos trabajadores de planta, expedición, operarios, de laboratorio y de mantenimiento, pero todos ganamos igual", aclaró Ruiz. En 1999 la firma contaba con 90 empleados, la mitad permanece en la cooperativa. La fundición Unión y Fuerza --la única cooperativa que cuenta con apoyo del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos--, amplió su plantilla de 30 a 50 trabajadores, que reciben actualmente un salario mensual equivalente a 430 dólares. La fabricante de tractores Zanello amplió este año su personal de 60 a 240 trabajadores, en buena medida beneficiada por la devaluación. Un proceso similar, aunque más lento, fue el de la empresa cárnica Frigorífico Yaguané. Desde hace tres años funciona como cooperativa, cuenta con 500 empleados y es una de las tres de mayor producción del país. Los trabajadores perciben buenos sueldos, además de seis kilogramos semanales de carne vacuna, el alimento tradicional de Argentina. Pero los primeros tiempos fueron muy duros. Los trabajadores resistieron la caída durante casi un año con la fábrica vacía. Lentamente conformaron la cooperativa, volvieron a recibir hacienda para faenar y pusieron al día el pago de servicios y sueldos. Ahora Yaguané factura 285.000 dólares por año y exporta carnes a mercados de la Unión Europea. A juicio de Murúa, estas experiencias constituyen "nuevas formas de lucha de los trabajadores, que ven cómo se van perdiendo sus derechos y buscan la manera de resistir, de defenderse, de evitar transformarse en desempleados estructurales". Pero, además, "nos interesa demostrar que los trabajadores podemos conducir la empresa, y hacerlo bien", añadió. Las organizaciones sindicales se mantienen al margen. "No hay mucha comprensión del fenómeno, pero sabemos que los sindicatos lo utilizan como herramienta para negociar con la patronal, porque antes un patrón presionado podía amenazar con ir a la quiebra, y ahora saben que eso dejó de ser una amenaza", subrayó Murúa. Aunque la dirigencia sindical no respalda estas experiencias cooperativas, tampoco acciona en su contra, admitió. "Una vez que los empresarios entran en crisis y dejan de aportar al sindicato y a sus servicios de salud, (los dirigentes) comienzan a desentenderse del problema de los trabajadores", concluyó. Fuente: IPS Enlace: <http://www.ipsenespanol.net/> ______________________________ 6. El futuro de Dios en nuestra sociedad ____________________________________________________________ Juan José Tamayo-Acosta. (fragmento) El mercado es hoy un dios monoteísta que tiene todas las características de un sistema de creencias que sustenta un ser trascendente. Como toda religión tiene sus dogmas: el pensamiento único. Sus textos sagrados: los escritos de los economistas oficiales. Sus lugares sagrados: Bancos, Cajas, Bolsas, supermercados, grandes superficies etc. Lugares que imponen un cierto respeto y que exigen comportamientos y actitudes de humillación propias de los lugares sagrados.. Sus expresiones sagradas: sacramentos o encuentros sagrados. Sus ministros: banqueros, jefes de empresas, economistas. Sus sumos sacerdotes: ministros de economía, de hacienda, los que dirigen los organismos internacionales como el FMI. , BM, OMC etc. Todos ellos pasan desapercibidos porque visten de paisano y la mayoría de ellos nadie los conoce. No dominan territorios sino personas que producen y consumen según sus directrices y sus intereses. Este ídolo, como el de las religiones antiguas, necesita de sacrificios, y sacrificios humanos, como el dios Moloc. Para que el mercado progrese en unos cuantos privilegiados exige el sacrificio de muchos que van quedando abandonados a su suerte en la cuneta. De 40 a 50 millones que mueren a diario de hambre en las exigencias del altar de su economía. http://www.ciberiglesia.net/eclesalia.htm ______________________________ 7. Noticias de ATTAC Uruguay - El pequeño hermano informa ____________________________________________________________ Elizabeth Katzenstein I. Foro Social Uruguay. En los calurosísimas jornadas 15, 16 y 17 de noviembre de 2002 se llevó a cabo el Foro Social Uruguay, convocado por el Comité Uruguay del Foro Social Mundial, y que se constituyó como un gran foro de la sociedad civil para debatir sobre tres ejes (1. Identidades, cultura, historia. 2. Alternativas para otro Uruguay posible. 3. Inserción en el mundo, ALCA, Mercosur, globalización, etc) cruzados por cuestiones transversales como género, ambiente, jóvenes. Marcha "por la soberanía nacional y contra el ALCA". En la noche del viernes 15 se realizó una marcha con esa consigna desde la Plaza Cagancha hasta la Universidad, en Montevideo. Culminada la marcha, se realizó el acto de apertura oficial, en la Explanada de la Universidad; actuaron Jorge Schellemberg, No te va gustar, la murga La Mojigata, grupos de teatro, etc. El primero presentó la canción que compuso especialmente para este Foro. Talleres, paneles, seminarios. Varias decenas de entidades organizaron y/o participaron en talleres, paneles, seminarios, actividades culturales, etc. ATTAC Uruguay preparó un taller con el tema "¿A dónde va el trabajo de los uruguayos en tiempos de globalización?" Los panelistas representaban al gremio bancario, a la delegación de Trabajadores en el Banco de Previsión Social, a la Universidad y Adriana Vayra, coordinadora de ATTAC Uruguay. La temática giró en torno al sistema impositivo y sus injusticias, a la propuesta de la Tasa Tobin, deuda externa, etc. Attac presentó allí el libro del francés François Chesnais, "Tobin or not Tobin?", recientemente traducido en colaboración por integrantes de Attac Uruguay y Argentina. También participó un compañero de ATTAC Uruguay en uno de los paneles centrales: fue Jorge Molinari. El título del panel era "La otra cara de la moneda. Crisis del sistema financiero y el papel de las organizaciones multilaterales". La concurrencia a los diferentes locales donde se llevaron a cabo las actividades fue muy numerosa, variada y entusiasta (Estudiantes, profesionales, sindicalistas, integrantes de ONG's) La Primera Asamblea Nacional contra el ALCA se realizó el domingo con presencias tan destacadas como la del Premio Nobel Adolfo Perez Esquivel, que fue quien le dio cierre, un delegado del Obispado de Rio Grande do Sul, Brasil, y representantes de diversas organizaciones sociales. Fue proyectado un video con una entrevista a Noam Chomsky realizada por Atilio Borón en el II Foro Social Mundial. La Asamblea que estuvo muy concurrida, terminó con la lectura y aprobación por aclamación de todos los asistentes, de una declaración en contra del proyecto ALCA. El Espacio Foro de Acá tenía sus diferencias con las restantes actividades. Se realizó en el predio de la Rural del Prado, gran espacio con algunos galpones y mucha superficie a la intemperie. El aporte para participar no era en efectivo, sino que se expresaba solidaridad con un kilo de alimentos. Los jóvenes,- en su mayoría lo eran,- acamparon allí y las actividades se caracterizaron mucho por lo creativo y lo lúdico, y menos por lo académico y formal. El Primer Foro Interreligioso uruguayo se llevó a cabo también en el marco del Foro Social, con la participación de diversos grupos religiosos, algunos cristianos, otros de origen africano, y/o amerindio, etc. Incluyó varios talleres, mesas redondas y paneles. La movida cultural en la Plaza de los Treinta y Tres (Pza. de los Bomberos) contó con numerosos conjuntos musicales, murgas, malabares, grupos de teatro, coros, artesanías, etc. _______________________________________________ Nettime-lat mailing list Nettime-lat@nettime.org http://amsterdam.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat