Silvestre Byrón on Fri, 30 May 2003 19:42:51 +0200 (CEST) |
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[nettime-lat] EAF - EL CASO DEL NEW YORK TIMES II |
Tercera Temporada EAF EL CASO DEL NEW YORK TIMES II Embrollados. Conforme se profundiza el caso de The New York Times, más enredados se encuentran los controles internos del gigante de la prensa norteamericana. Por otra parte también se embrollan las contradicciones y conflictos del “cuarto poder” en situación de masa. Recapitulando, el joven periodista-estrella Jayson Blair (27) fue consignado por amañar y plagiar información. En consecuencia el diario tuvo que excusarse públicamente ante su audiencia. Howell Raines, director ejecutivo, y Gerald Boyd, director gerente, quienes apadrinaron a Blair en su trayectoria dentro del diario, fueron cuestionados por el editor Arthur Sulzberger. También trascendió que James Corney, fiscal federal de EE.UU. en Manhattan, solicitó información a la empresa editorial sobre su empleado en cuestión. Una vocero del diario, Catherine Mathis, amparó dicha información en concordancia con la Primera Enmienda. Mientras el escándalo se embrolla cada vez más Blair habría firmado contrato con un agente literario para escribir un libro y Hollywood se habría interesado en sus derechos para una película y un programa de TV. Lo cierto del caso NYT es que ha puesto en duda la integridad del periodismo en gran escala. Acorde a mega-estructuras empresarias –características de la Segunda Ola descripta por Alvin Toffler: la cantidad, el gigantismo- extraviadas en un mar de abstracciones, tales corporaciones informativas disuelven a la realidad del mundo en un promedio de promedios. Blair ha demostrado cuan sencillo es crear realidades ilusorias desde un ordenador. Es el “juego de las sustituciones”; el «Als ob - Come se» del arte “complaciente”: Tercera Edición Corregida y Aumentada TEORÍA DEL ARTE COMPLACIENTE Comentada por el “último” Miguel Riglos, actor y director teatral, la teoría del arte (escénico) complaciente no fue más que un motivo menor de su “Iniciación teatral” (1973-74) contenido en la Investigación del Hecho Vital. En un comienzo tenía el sentido conceptual de estrechar al máximo el control interno -autocrítica, introspección- del actor. El propósito era el de evitar ideas, creencias e ilusiones especiosas o falsificadas. Tanto en la cuerda del naturalismo como la del simbolismo la IHV demanda veracidad en la representación. Como regla teatral, ese control interno airea toda representación de elementos conceptuales, sicotécnicos o biomecánicos, extra-artísticos. Al “como si...” teatral.Casi a manera de una teoría del conocimiento apunta a discriminar ideas claras y diferentes sobre lo confuso y lo mismo. También como principio particular del teatro se presenta como una concepción estética normativa y filosófica que define categorías. Lo virtual, complaciente, y lo actual, no-complaciente.Al fin, a nombre de un Riglos “tardío”, su teoría del arte (escénico) complaciente se ha expandido como una ciencia poética, creadora, inherente a la cultura artística e intelectual en general.- PROGRESIVOS O COMPLACIENTES El término no figura en ningún diccionario de filosofía. «Complaciente». Ni Ferrater Mora, Brugger o Cuvillier lo consideran como parte del vocabulario técnico de la metafísica o la filosofía en general. Tampoco lo hace García Morente en sus lecciones preliminares. Ni De la Vega en su diccionario político. No figura en ningún sentido. Ya fuera justo o preciso, amplio o muy amplio. Por analogía o por oposición. Sólo aflora en el diccionario psicoanalítico de Laplanche y Pontalis concordante a la «complacencia somática» de Freud. Con todo, en tanto concepto de la “complacencia”, como una categoría teórica del arte, el término fue puesto en valor por el Buenos Aires vanguardista de 1973. Desde el llano se lo interpretó en sentido corriente y peyorativo como condescendencia, transigencia o concesión. Había una poética complaciente y una filosofía complaciente. Un modo de representar y una actitud en la vida. Entonces no importaba su etimología latina. «Complacere». Formado de «cum», con, y «placere», agradar. Aunque fuera un galicismo por «complaissant», según Espasa-Calpe, ni tuviere las mismas formas irregulares que el verbo «placer». Complacedero, ra. Complacedor, ra. Complacido, da. Complaciente. Complacientemente. Complacimiente. En la sección de Arte y Espectáculo metropolitana de 1973 se señalaba lo “artístico” y lo “comercial”. Había un teatro “de arte” y un teatro “de cartelera”, un cine “de arte” y un cine “de consumo”; arte o evasión. Antagonismo entre la verdad artística y la invención publicitaria o promocional. Tales las categorías. Lo indudable estético y lo engañoso estético. Musicalmente se admitía un sonido contrastado entre la “pesada” y la “nueva ola”. Esto fijó una alternativa dogmática entre la música “progresiva” y la música “complaciente”. Lo pesado comprendía a la contracultura rock. Lo complaciente, en cambio, era institucional. El encuentro era inevitable. Es de advertir que lo complaciente era antiprogresivo. Tanto como lo progresivo, anticomplaciente. Haciendo teoría del arte había una música -como una poesía y una filosofía- indudablemente estética (“progresiva”) y otra, engañosamente estética (“complaciente”). TODO ES COMPLACIENTE Políticamente, a medida de la consigna Liberación o Dependencia, estos términos eran epítomes de la descolonización o neocolonización del Tercer Mundo. El modo de representación del oficialismo aleccionaba con estilos y géneros referidos a lo bello y lo ideal. El orden, el bien. Eso era lo complaciente. La estética burguesa, la derecha. Liberalismo o conservadorismo, nacionalismo, clericalismo y militarismo; los “fachos”. El modo de representación opositor, en cambio, desmontaba dicho aleccionamiento, a través de lo feo y lo realista. La acromonia, el mal. Eso era lo progresivo, lo anticomplaciente. El realismo socialista, la izquierda. Autoritaria o liberal, jacobina o girondina, científica o sentimental, marxista o no marxista, popular o intelectual; los “bolches”. Como dos verdades o modos estéticos, a medida de fachos y de bolches, complacencia y anticomplacencia remitían imágenes oficiales y opositoras de una misma realidad. Sin rendijas de ninguna índole. Como algo monolítico. Muy completo para ser cierto. Buscando acordar lo iniciático de su sistema, con fines docentes Miguel Riglos advirtió lo hipotético, cuanto de supuesto y de dudoso, podría completar la alternativa dogmática «progresivo/complaciente» o «complaciente/anticomplaciente». A tono con la IHV la relación antagónica entre la verdad artística y la invención publicitaria -lo indudable estético y lo engañoso estético- insinuaba contradicciones que la Iniciación debía resolver. Fue así que Riglos formuló esta proposición teórica: Cualquiera sea la figura, oficial u opositora, «todo» es complaciente. Comenzando por lo anticomplaciente. RIGLOS “TARDÍO” La novedad cayó mal en los corrillos de la vanguardia y la cultura alternativa. Especialmente entre los sectores “progresivos” de la contracultura rock. Entre contestatarios postulados como paradigmas de la oposición anticomplaciente. Aunque el “último” Riglos inscribió el principio de la complacencia en el reconocimiento final de su “Iniciación teatral” (1973-74) como un motivo menor, éste sería reformulado poco después a nombre del Riglos “tardío”. Como «arte complaciente», una categoría entre el magismo y la degeneración, fue dado a conocer en los ensayos de “Arte y rebelión contra el mundo moderno” (1980). Aunque algunos datos luego fueron modificados –“Iniciación teatral”, v. g., se editó en 1994- transubstanciado por ajustes y definiciones, el principio rigliano de la complacencia artística y conceptual sigue vigente. Aunque el modo de representación del oficialismo ya no aleccione con estilos y géneros referidos a lo bello y lo ideal -el orden, el bien- sino a través de lo feo y lo realista -la acromonia, el mal- asimilando al modo de representación opositor, la hipotética alternativa dogmática entre lo complaciente y lo anticomplaciente continúa actualizándose. Poética y filosóficamente las figuras continúan contentando y satisfaciendo virtualmente. «Als ob, come se». “Como si...”. En un juego de sustituciones. Todo sigue siendo complacencia; arte complaciente. 1ª Ed. Internet: Geocities.com/cuidar_se; (2002). 2ª Ed.: Geocities.com/eaf_iniciacion; (2003). EAF/2003.- ------------ Internet GRATIS es Yahoo! Conexión 4004-1010 desde Buenos Aires. Usuario: yahoo; contraseña: yahoo Más ciudades: http://conexion.yahoo.com.ar _______________________________________________ Nettime-lat mailing list Nettime-lat@nettime.org http://amsterdam.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat