ernesto torres on Sun, 27 Jan 2002 19:32:01 +0100 (CET) |
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[nettime-lat] las agresiones inconsistentes de molar |
hola. este muchacho, míster molar, en vez de responderme con argumentos me mandó un mail privado donde me invita a dejarlo opinar y que me ponga a hacer guiones, lo que en criollo vendría a significar "callate" con gusto me dedicaría a hacer guiones y dibujar todo el tiempo, más ahora cuando la falta de trabajo ha ampliado sensiblemente mi tiempo libre. pero dejarme insultar gratuitamente no es de mi agrado; que se viertan de manera permanente argumentos falaces sobre lo que vivo, se insulte a mi sufrimiento y al de mis iguales, me invita a responder; y la realidad por la que pasa mi país me ha llevado a levantarme de la pc y de la mesa de dibujo y participar activamente de la vida política junto a muchos otros ciudadanos. con gusto seguiría contestando los argumentos de mr. molar, si es que éste tuviera una mínima exposición argumental en sus mensajes sobre la cual se pudiera debatir racionalmente. pero no es así, me encuentro con mensajes en los que, uno tras otro, acumula largas y erráticas diatribas (cuánto hace que no usaba esta palabra) en las que salta de idea a idea sin ninguna otra finalidad aparente que no sea la de atacar, agredir, rebajar, degradar. pongo como ejemplo que en esta lista ya han sido rebatidas sus afirmaciones de que de la rúa y pérez fueran socialistas; de que la radioactividad nos borre del planeta; se le ha pedido que modifique algunas de sus expresiones en tanto ofenden a las decenas de muertos que ponen de luto a nuestro país. lejos de responder, huyó hacia delante disparando contra la izquierda marxista y mediocre, chávez, cuba, los argentinos (que al igual que los grupos y partidos de la izquierda latinoamericana y europea, parece ser, son todos iguales) que no aceptan que están quebrados, y más cosas igual de bonitas y divertidas como estoy seguro que a algunos, al menos, de los colisteros les interesa conocer un poco más de lo que ocurre en argentina, he agregado dos artículos de opinión publicados hoy en el periódico local página/12. saludos ernesto EMA CIBOTTI * Comienza otra historia "La Argentina es el país donde el sentimiento de la justicia está más lejos de la conciencia pública, y donde la injusticia y la inseguridad reinan en su mayor alcance..." "Los jueces argentinos gozan de escasa fama, la justicia es lentísima (...) Mi impresión sincera, y la escribo sin vacilar, es que en este país la coima corre siempre, ante todo cuando están de por medio los grandes negocios estatales." Este duro juicio pertenece al periodista italiano Genaro Bevioni. Lo escribe en 1910 en el libro que registra lo que ha visto durante su estadía para la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo. ¿Cuánto de nuestro presente se refleja en aquel espejo lejano? Mucho, sin embargo, y a pesar de quienes quieren que aquella imagen siga intacta, es mucho más lo que está cambiando. Pues ¿qué reclaman vastas capas de la población a lo largo y ancho de nuestra nación, sino justicia? Persiguen justicia a secas. El reclamo se ha hecho carne en la conciencia pública y entraña toda una novedad cultural. Aquella Argentina del espejo que conoce Bevioni, la del ganado y de las mieses, desprecia la ley, mientras la actual clama cada vez más fuerte contra la corrupción y contra toda forma de impunidad. ¿Qué origina este profundo cambio cultural, que tiene sobre ascuas al conjunto de la dirigencia argentina? Vayamos de ayer a hoy. A comienzos del siglo XX, la Argentina ya es un país singular. Singularmente rico. En ese contexto, la experiencia de la escuela pública que impulsa en una generación a los argentinos hijos de inmigrantes a la propiedad, a la Universidad, a los cargos públicos, y a la política no tiene tampoco parangón en el mundo. Nace atada al ritmo de vértigo del progreso material que tiene la Argentina en 1900, ritmo que anima entonces todas las expectativas de ascenso, se concreten éstas o no. Sin embargo, como señala Bevioni, hay muchos otros testimonios al respecto, esa sociedad pujante es poco afecta a sujetarse a la ley y su desarrollo institucional es débil en función de su aparato productivo. La oligarquía que gobierna no es sometida a sanción social alguna por la anomia reinante. ¿Por qué aquella Argentina no exige vivir cotidianamente bajo el amparo de la ley como sí lo hace la actual? Tal vez porque cuando las expectativas generales son de progreso rápido, de veloz movilidad social ascendente no se necesita la garantía de la ley ni la protección de la norma. Para qué, si en una vida se logra obtener lo que en cualquier otra sociedad lleva por lo menos dos. Creo que es posible hallar en ese contexto de partida esa suerte de falta de apego a la norma que caracteriza, durante décadas, de hecho hasta la de los 90 inclusive, las prácticas sociales de los sectores medios y altos de nuestra sociedad. Recién, a partir de 1983, después de la feroz dictadura militar, emerge el reclamo de justicia como un reclamo amplio y popular. Pero se mantiene vigente la famosa frase "roban pero hacen", el valor de la ley parece solo asociado al hábeas corpus. Los sectores medios emulan las conductas depredadoras del poder económico cada vez más concentrado sin considerar necesario imponer límites al abuso, sin advertir que hay que ponerle coto. Durante la primera presidencia de Menem, que recicla la figura de Martínez de Hoz, se impone la idea que el país actual crece a pesar de la impunidad, idea que la farándula política convierte en un valor de exportación. El cambio cultural precipitado en el transcurso de la última década es total. Vastas capas de la población, y no sólo las pobres víctimas del gatillo fácil, perciben ahora que la ley es necesaria para preservar una situación adquirida, o para alcanzar gradualmente una condición deseada, sea ésta la que sea, o para defender lo propio que también es lo común, desde la vida hasta un bien material, porque el abuso domina, y toda pérdida es sentida como irreparable. La idea de defender el bien público asoma en el contacto ciudadano. Ese cambio cultural es producto de la crisis económica que omite toda visión de futuro a corto plazo pues la aspiración a la movilidad social ascendente ha desaparecido del horizonte nacional. Quedan afectadas las expectativas de los sectores medios ya que el mito de M'hijo el dolor es un sueño extinguido, pero también sufren las de los trabajadores que podían construir su vivienda y mantener a sus hijos en la escuela durante todo el ciclo completo. La demanda de justicia que hoy reclama el movimiento social de las cacerolas, es profundamente política, es una demanda democrática que implica inclusión, participación, pertenencia, construcción de otra utopía social integradora, y lleva como bandera el respeto de la igualdad ante la ley. Junto a los aires de refundación, falta saber sobre qué bases materiales, sobre qué bases productivas se pude hacer la Argentina de mañana que acaba de enterrar el mito del ascenso social y reconoce que el imperio de la ley es la última garantía que queda para seguir siendo nación. * Historiadora, miembro del Foro de Mujeres contra la Corrupción. ROSENDO FRAGA * La dirección de la crisis Al momento de ser declarado el default, la Argentina vivía la recesión más prolongada de su historia con 43 meses continuos, sufría el desempleo más alto registrado hasta ahora, superando el 20 por ciento, y venía de una elección legislativa, en la cual tuvo lugar la mínima participación electoral positiva desde que rige el voto obligatorio en 1912. Esto por sí solo muestra que el país se encuentra frente a la crisis más grave de su historia, por lo menos del último siglo y medio. Nunca en el pasado se dio una fractura tan fuerte entre la política y la sociedad. Duhalde es electo con el apoyo casi total de la dirigencia política y la misma amplia coalición de justicialistas, radicales, frepasistas y provinciales vota sus primeras medidas económicas. Pero esta unanimidad en la política no tiene un correlato en la sociedad, dado que el nivel de protesta social tiene características inéditas, tanto por la participación de clase media con sus cacerolazos, como los saqueos de los sectores populares, desesperados por la brutal caída en los ingresos de los sectores informales que ha implicado el cese del gasto en efectivo impuesto por el corralito. La Argentina no enfrenta por delante el riesgo de una "guerra civil", pero sí puede estar en puertas de un estallido social violento de características anárquicas. En mi opinión, este escenario que combina una crisis inédita en lo político, económico y social con la posibilidad de nuevos estallidos violentos, no tiene la posibilidad de cambiar el sistema institucional. Es que la democracia es y seguirá siendo el marco en el cual la Argentina insistirá y reiterará sus esfuerzos por salir de la crisis. Pero que no se modifique el modelo institucional, no quiere decir que el actual sistema de partidos sobreviva a esta crisis. Es que un fracaso de Duhalde, puede no sólo implicar el suyo propio o el de su partido, sino que puede significar el ocaso de toda una forma de hacer política en la Argentina e incluso de un bipartidismo radicaljusticialista, que ha dominado la política argentina durante más de medio siglo. Ni la democracia ni la política desaparecerán en el país pese a las alternativas que se pueden vivir. La paradoja es que en el momento en el cual el descrédito de los políticos es mayor, es cuando más alta es la politización social en la población, la que se traduce en asambleas autoconvocadas, protestas, cacerolazos, llaverazos, marchas y reclamos. Es que el cuestionamiento a la política, termina politizando a quienes lo reclaman quieran o no y ello es porque en última instancia, el mismo no se traslada al sistema democrático sino a la forma en que éste es ejercido. Si la actual administración fracasa, no dará paso a experiencias autoritarias como en el pasado, pero sí puede producirse un reagrupamiento político nuevo y diferente, como terminó sucediendo en Italia tras el "mani pulite". En ese caso, los partidos demócrata cristiano y socialista no fueron sustituidos por corporaciones o formas no democráticas, sino por el polo del Olivo y el de la Libertad, los que permitieron una oportuna y necesaria renovación de la política y desde ella de la democracia. * Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría. _______________________________________________ Nettime-lat mailing list Nettime-lat@nettime.org http://amsterdam.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat